Todavía quedan diez minutos por las 9 de la mañana pero Andreu Domènech ya se espera en el aula de Teatro del Monumental para ejercer el derecho en voto. Tengo que marchar a casa mis padres, en Figueres, y necesito votar a primera hora, explica. A pesar de todo, reconoce ir un poco perdido: No sé si me toca votar aquí; ahora me han ido a buscar los documentos. La expectación parece que a primera hora es alta. A las diez menos cuarto de la mañana, el referéndum del proyecto de Estatuto de Autonomía había obtenido al Monumental unos setenta votos. Al menos va viniendo gente, así se hará menos aburrido, exclama una de las presidentas de las dos meses del aula de Teatro.
La de hoy domingo, día 18, es la quinta consulta ciudadana desde la recuperación de la democracia. A pesar de todo, es tan sólo el segundo Estatuto que se vota desde el 1975, el tercero si hacemos caso al texto de Núria del 32. Por eso, la experiencia de referendar es más bien escasa. Me lo he tenido que pensar mucho; es la primera vez que voto y nadie me había explicado como iba, dice Joan Fernández, que todavía duda si irá a votar por la mañana o por la tarde.
Solo y playa
Muchos son los estudios que se han hecho sobre la influencia del tiempo en la participación electoral. Los politólogos no se han llegado a poner de acuerdo sobre este tema pero, en cualquier caso, el cierto es que el día en qué Cataluña decide el sentido de su voto se ha quitado con buen tiempo y un calor sofocante. Por eso mucha gente ha aprovechado para votar temprano y después ir hacia la playa, que a las 10 de la mañana ya presentaba un pleno considerable.
Otros, en cambio, prefieren apurar hasta última hora. Es el caso de Artur Gironès, un ciclista de Canet que esta mañana pasaba por Mataró: Iré a votar por la tarde, pienso que el domingo es un mal día para hacer consultas ciudadanas porque la gente aprovecha para hacer cosas, yo haría que se votara en dos días. Se haga a la hora que se haga, muchos mataronins tienen plena conciencia de la importancia de su voto, como una de las votantes más tempraneras María Assunción Ruiz, que ha recriminado la gente que no tiene intención de votar: Ya nadie recuerda cuando se nos impedía opinar y el voto era más un sueño que una realidad?.
Los votantes del mediodía
El flujo de votantes al CEIP Peramàs alrededor de las 12 del mediodía es tímido pero constante. Según explican los responsables de las meses electorales de este colegio, la mañana ha reunido sobre todo gente mayor y de mediana edad, algunos más decididos que otros. No nos ha costado nada decidir el voto, hacía tiempo que lo teníamos claro, dice Antonio Pérez, que ha venido a votar con su mujer Pilar Belmonte. En cambio, Maria José Rodríguez se define como indecisa: Esta vez me ha costado muchísimo llegar a una decisión porque no han informado bien, sólo nos han llegado las discusiones políticas.
Una pequeña traba
La gente mayor también ha querido decir la suya y hasta el colegio Peramàs se han acercado muchos matrimonios grandes y también algunas abuelas que han salido de la residencia para introducir su voto en las urnas. Una de ellas, Araceli Subías, ha tenido un susto a la salida del edificio. La mataronina se ha entrebancat y ha caído por la escalera de la entrada cuando quería ayudar a bajar a una compañera. La mujer se ha hecho una pequeña herida a la pierna izquierda al rozarle la piel con el peldaño. Cuando los responsables de las meses se han enterado del suceso se han acercado a atenderla. Me han asistido muy bien decía Subías mientras lo acompañaban de nuevo a la residencia- volveré a votar a mediodía con mi marido.
Seis veces a la mesa
Al colegio de la Coma, al centro de Mataró, ha habido movimiento durante toda la mañana. A las dos y media se había registrado un 30% de participación. "No está mal", valoraba Joaquim Martorell, que sin quererlo se ha convertido en un auténtico especialista de la mesa electoral. "Esta es la sexta vez que me ha tocado por sorteo ser miembro de una mesa", explicaba resignado este pediatra que ha vivido en primer plan unas elecciones municipales, dos autonómicas, unas generales y dos referéndums, el del Otan y el actual. "Todavía no habíamos constituido la mesa y ya había gente esperándose para votar", ha comentado Martorell que ha destacado la presencia de mucha gente joven. Meritxell Abril y Queralt Uix, las dos de dieciocho años acabados de hacer, han estrenado su condición de electoras en este referéndum. "He venido con ilusión", comentaba Meritxell saliente de La Coma con su compañero, su hermano y sus padres. "He votado consciente de la importancia que tiene", ha comentado. La Queralt, que ha ido al colegio acompañada de su madre, ha esperado casi hasta la hora de comer para ejercer su derecho recientemente adquirido. "Irá bien por Cataluña", ha dicho con decisión. "Aznar podía haber hecho más y no hizo nada, por eso es importante que hoy se vote este nuevo Estatuto", ha añadido.
La de hoy domingo, día 18, es la quinta consulta ciudadana desde la recuperación de la democracia. A pesar de todo, es tan sólo el segundo Estatuto que se vota desde el 1975, el tercero si hacemos caso al texto de Núria del 32. Por eso, la experiencia de referendar es más bien escasa. Me lo he tenido que pensar mucho; es la primera vez que voto y nadie me había explicado como iba, dice Joan Fernández, que todavía duda si irá a votar por la mañana o por la tarde.
Solo y playa
Muchos son los estudios que se han hecho sobre la influencia del tiempo en la participación electoral. Los politólogos no se han llegado a poner de acuerdo sobre este tema pero, en cualquier caso, el cierto es que el día en qué Cataluña decide el sentido de su voto se ha quitado con buen tiempo y un calor sofocante. Por eso mucha gente ha aprovechado para votar temprano y después ir hacia la playa, que a las 10 de la mañana ya presentaba un pleno considerable.
Otros, en cambio, prefieren apurar hasta última hora. Es el caso de Artur Gironès, un ciclista de Canet que esta mañana pasaba por Mataró: Iré a votar por la tarde, pienso que el domingo es un mal día para hacer consultas ciudadanas porque la gente aprovecha para hacer cosas, yo haría que se votara en dos días. Se haga a la hora que se haga, muchos mataronins tienen plena conciencia de la importancia de su voto, como una de las votantes más tempraneras María Assunción Ruiz, que ha recriminado la gente que no tiene intención de votar: Ya nadie recuerda cuando se nos impedía opinar y el voto era más un sueño que una realidad?.
Los votantes del mediodía
El flujo de votantes al CEIP Peramàs alrededor de las 12 del mediodía es tímido pero constante. Según explican los responsables de las meses electorales de este colegio, la mañana ha reunido sobre todo gente mayor y de mediana edad, algunos más decididos que otros. No nos ha costado nada decidir el voto, hacía tiempo que lo teníamos claro, dice Antonio Pérez, que ha venido a votar con su mujer Pilar Belmonte. En cambio, Maria José Rodríguez se define como indecisa: Esta vez me ha costado muchísimo llegar a una decisión porque no han informado bien, sólo nos han llegado las discusiones políticas.
Una pequeña traba
La gente mayor también ha querido decir la suya y hasta el colegio Peramàs se han acercado muchos matrimonios grandes y también algunas abuelas que han salido de la residencia para introducir su voto en las urnas. Una de ellas, Araceli Subías, ha tenido un susto a la salida del edificio. La mataronina se ha entrebancat y ha caído por la escalera de la entrada cuando quería ayudar a bajar a una compañera. La mujer se ha hecho una pequeña herida a la pierna izquierda al rozarle la piel con el peldaño. Cuando los responsables de las meses se han enterado del suceso se han acercado a atenderla. Me han asistido muy bien decía Subías mientras lo acompañaban de nuevo a la residencia- volveré a votar a mediodía con mi marido.
Seis veces a la mesa
Al colegio de la Coma, al centro de Mataró, ha habido movimiento durante toda la mañana. A las dos y media se había registrado un 30% de participación. "No está mal", valoraba Joaquim Martorell, que sin quererlo se ha convertido en un auténtico especialista de la mesa electoral. "Esta es la sexta vez que me ha tocado por sorteo ser miembro de una mesa", explicaba resignado este pediatra que ha vivido en primer plan unas elecciones municipales, dos autonómicas, unas generales y dos referéndums, el del Otan y el actual. "Todavía no habíamos constituido la mesa y ya había gente esperándose para votar", ha comentado Martorell que ha destacado la presencia de mucha gente joven. Meritxell Abril y Queralt Uix, las dos de dieciocho años acabados de hacer, han estrenado su condición de electoras en este referéndum. "He venido con ilusión", comentaba Meritxell saliente de La Coma con su compañero, su hermano y sus padres. "He votado consciente de la importancia que tiene", ha comentado. La Queralt, que ha ido al colegio acompañada de su madre, ha esperado casi hasta la hora de comer para ejercer su derecho recientemente adquirido. "Irá bien por Cataluña", ha dicho con decisión. "Aznar podía haber hecho más y no hizo nada, por eso es importante que hoy se vote este nuevo Estatuto", ha añadido.