Con la llegada de la Navidad, los hogares se llenan de ilusión, listas para los Reyes y escaparates llenos de juguetes. Pero comprar juguetes no es solo una cuestión de acertar gustos: también implica responsabilidad, seguridad y educación en el consumo. Por ello, los Servicios de Consumo de la Diputación de Barcelona han elaborado un decálogo de recomendaciones para ayudar a familias y personas cuidadoras a realizar compras más conscientes, sostenibles y adaptadas a las necesidades reales de los niños y niñas.
Los expertos coinciden en una idea clave: menos es más. No es necesario llenar la casa de juguetes para garantizar la felicidad de los más pequeños. Al contrario, el exceso puede provocar desmotivación y hacer que cada regalo pierda valor.
Comprar juguetes adecuados a cada edad
Uno de los primeros consejos es respetar la etapa evolutiva de cada niño o niña. Regalar juguetes pensados para edades superiores no acelera el aprendizaje. Durante la primera infancia son más adecuados los sonajeros, mantas o centros de actividades, mientras que entre los 3 y 6 años funcionan bien las muñecas, pelotas, disfraces, rompecabezas o juegos de mesa. A partir de los 9 años, los juegos deportivos, de creación artística o de sociedad ayudan a desarrollar habilidades sociales y creativas.
Moderación: no más de tres juguetes por fecha
Los especialistas recomiendan no regalar más de tres juguetes por niño o niña en una misma celebración. El afecto no se mide por la cantidad, sino por el tiempo compartido y el acompañamiento. Una buena estrategia es repartir los regalos a lo largo del año o complementar un juguete con accesorios en diferentes momentos.
Escuchar a los niños y educar en el consumo
Es importante respetar los deseos de los niños y niñas, observando cómo juegan y qué les motiva, en lugar de imponer preferencias adultas. Al mismo tiempo, la Navidad es una buena oportunidad para enseñarles a ser críticos con la publicidad, que en estas fechas es especialmente intensa. Regalar experiencias —como teatro, naturaleza o actividades culturales— ayuda a ampliar la mirada más allá del consumo material.
Seguridad, sostenibilidad y comercio local
A la hora de comprar juguetes esta Navidad, es fundamental priorizar el comercio de proximidad y los establecimientos de confianza. Los juguetes deben llevar el marcado CE, indicar la edad recomendada e incluir instrucciones claras. Es necesario evitar piezas pequeñas para menores de 36 meses, elementos cortantes o materiales inflamables.
También se recomienda apostar por materiales sostenibles, juguetes duraderos y opciones que transmitan valores positivos, evitando los juguetes bélicos o sexistas. Los juguetes educativos, cooperativos y creativos fomentan el respeto, la igualdad y la imaginación.
Cuidar, reutilizar y reciclar
Los juguetes son también una herramienta educativa para el cuidado del medio ambiente. Reparar, reutilizar, intercambiar o comprar juguetes de segunda mano ayuda a alargar su vida útil. Los juguetes electrónicos deben llevarse al punto limpio y es recomendable utilizar envoltorios reciclables, evitando papeles con plástico o elementos brillantes.
El mejor regalo: tiempo y dedicación
Por último, los Servicios de Consumo recuerdan que el mejor regalo no se compra. Jugar con los niños y niñas, compartir tiempo, escucharles y acompañarles en el juego es esencial para su desarrollo emocional, social y creativo.
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