La organización de consumidores Facua-Consumidores en Acción ha puesto en el punto de mira a cuatro de las marcas de patatas fritas más conocidas del mercado: Ruffles, Lay’s, Doritos y Cheetos, todas ellas propiedad de la multinacional PepsiCo. ¿La acusación? Aplicar una práctica cada vez más extendida conocida como reduflación, un concepto que combina los términos "reducción" e "inflación". Se trata de disminuir la cantidad o tamaño de un producto manteniendo su precio o incluso aumentándolo.
Facua ha denunciado que esta estrategia supone una subida de precios encubierta, que a menudo pasa desapercibida para el consumidor. En palabras del secretario general de la organización, Rubén Sánchez, “es un engaño con el que nos cuelan subidas de precio sin que nos demos cuenta”.
Los ejemplos concretos expuestos por Facua son especialmente reveladores. Los Cheetos se han encarecido un 44% en tres años: han pasado de venderse en bolsas de 96 gramos por 1,45 euros (en 2022) a bolsas de 75 gramos por 1,64 euros en 2025. Otra víctima de esta práctica son las Lay’s al punto de sal, que han visto reducido su formato económico de 282 gramos a 248 gramos, mientras su precio ha aumentado en 34 céntimos, lo que representa un incremento del 21% en el precio por kilo.
El caso de las Ruffles con sabor a jamón también ejemplifica claramente la reduflación. El paquete económico ha pasado de 295 gramos en enero de 2022 a 243 gramos en 2025. Durante este período, el precio ha variado significativamente: primero subió de 2,89 euros a 3,35 euros y después bajó ligeramente hasta los actuales 2,99 euros, aunque la cantidad de producto también ha disminuido.
Finalmente, los Doritos Tex-Mex han sufrido una reducción de 35 gramos en su formato económico (de 260 a 225 gramos), mientras que su precio ha subido de 2,89 euros a 2,99 euros. Un aumento que, a simple vista, puede parecer insignificante pero que oculta un incremento del coste real por gramo.
Facua reclama cambios en la regulación
Ante esta situación, Facua reclama una actuación clara por parte del gobierno español. Solicitan que se legisle para obligar a las empresas a informar a los consumidores cuando se produzcan cambios en el contenido de los envases. Según Sánchez, esta medida aumentaría la transparencia y podría servir de freno a estas prácticas, especialmente frecuentes en contextos de inflación.
En definitiva, la reduflación no solo afecta al bolsillo del consumidor, sino también a su capacidad de decisión informada. En un mercado saturado de productos y marcas, la claridad y la transparencia se convierten en herramientas esenciales para garantizar un consumo responsable y justo.
Las noticias más importantes de Mataró y Maresme, en tu WhatsApp
- ¡Recibe las noticias destacadas en tu móvil y no te pierdas ninguna novedad!
- Entra en este enlace, haz clic en seguir y activa la campanita [banner-AMP_5]