El Maresme ha cerrado noviembre de 2025 con 19.428 personas desempleadas, la cifra más baja en diecisiete años y equiparable a los registros de febrero de 2008, antes del inicio de la crisis económica. Los datos forman parte del último Report d’Atur elaborado por el Observatorio de Desarrollo Local del Consell Comarcal del Maresme, y confirman una tendencia de reducción sostenida a lo largo de los últimos meses. La caída del desempleo es doble: intermensual, con un descenso del -0,61% (120 personas menos), e interanual, con una reducción notable del -4,83% (986 personas menos que en noviembre de 2024). Aun así, la tasa de paro registral provisional, situada en el 9,37%, continúa por encima de la media catalana (8,05%) y de la provincial (8,31%). El Maresme, por lo tanto, mejora, pero todavía arrastra un paro estructural más elevado que el conjunto del país.
Un paro feminizado y envejecido
Una de las constantes del mercado laboral maresmense es su feminización. Las mujeres representan el 58,10% del total de personas desempleadas (11.288), manteniendo un desequilibrio histórico en el acceso al trabajo. Aunque el descenso mensual es más intenso entre las mujeres (-0,84%), la caída anual es mucho más significativa entre los hombres (-6,58%), hecho que indica que la recuperación no se distribuye de manera homogénea.
En cuanto a los tramos de edad, el grupo de 55 años o más sigue siendo el más afectado: 7.537 personas, el 38,79% del total. Este colectivo crece ligeramente en la comparativa mensual (+0,40%), y solo baja de manera moderada en perspectiva anual (-2,61%). El Maresme, como muchas otras regiones de Cataluña, afronta aquí un reto estructural: las dificultades de reinserción laboral de las personas mayores.
En el extremo opuesto, el paro juvenil (16–24 años) es el único que crece de manera clara: un +9,69% interanual, una señal de alarma que muestra la fragilidad de la juventud a la hora de acceder al primer contrato o consolidar trayectorias profesionales estables.
Sectores: fortaleza industrial y en construcción, pero debilidad en servicios
Los sectores productivos también reflejan diferencias importantes. Construcción e industria son los que presentan mejores registros: el desempleo interanual baja un -16,51% y un -10,59%, respectivamente. Estas cifras muestran una reactivación clara del tejido productivo más tradicional.
En cambio, la agricultura (-6,64%) y especialmente los servicios (-3,41%) evolucionan con más lentitud e incluso registran incrementos en la comparativa mensual. El colectivo SOA (sin ocupación anterior) baja un 7% mensual, pero crece un 4,31% anual, indicando una entrada persistente de personas que buscan trabajo por primera vez.
El paro de muy larga duración, un problema enquistado
Un 35% de las personas desempleadas lleva más de 24 meses buscando trabajo, un porcentaje que sube hasta el 39,3% en el caso de las mujeres. Tanto mensual como anualmente, este colectivo sigue creciendo, demostrando que el paro de muy larga duración es el reto más grave del mercado laboral maresmense.
Comportamiento municipal desigual
La fotografía local es muy diversa. Pineda de Mar continúa encabezando la tasa de paro (11,44%), mientras que Teià y Tiana registran las más bajas (4,84%). Catorce municipios han reducido el paro mensual —con cifras destacadas como las de Sant Iscle de Vallalta (-26,13%)—, cinco se han mantenido igual y once han aumentado el número de personas desempleadas. En perspectiva anual, Malgrat de Mar mantiene los mismos datos y ocho municipios empeoran.
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