Tu hogar es tu tesoro, tu espacio de recogimiento y goce. Por eso, en Studi Administracions saben que la gestión de tu comunidad tiene que ser fácil, eficaz, segura y sin dolores de cabeza. En Studi cuentan con una larga trayectoria en la gestión de comunidades de propietarios y, ahora, son líderes en Mataró al obtener el Sello de Calidad QCaf del Colegio de Administradores de Fincas de Barcelona y Lleida que acredita las buenas prácticas de su servicio.
El Sello de Calidad QCaf es la primera acreditación para la certificación actualizada de profesionales del sector de los administradores de fincas. Con este distintivo se identifican públicamente las buenas prácticas y se acredita el buen gobierno de los despachos de los administradores de fincas. Se remarca además que se trabaja bajo unos estándares de calidad orientados a dar más confianza a los clientes.
Garantizar la plena confianza
Marta Castella, administradora de fincas colegiada de Studi Administracions, explica que "queremos ofrecer la máxima tranquilidad a nuestros clientes; que tengan la seguridad que se encuentran en buenas manos profesionales y el Sello QCaf es una herramienta excelente en este sentido. Nos acredita como profesionales con experiencia, formación, capacitación, posibilidades tecnológicas y potencial técnico".
Contar con esta acreditación QCaf quiere decir también que se emprende un compromiso con los clientes. "Podemos garantizarles la calidad de los servicios que ofrecemos y hacer valer nuestra labor, puesto que son acreditadas por unos terceros calificados para hacerlo", explica Marta Castella. También hay una vertiente menos visible para el cliente, a pesar de que también se traduce en calidad del servicio. "Con el Sello QCaf también se trabaja en un nuevo enfoque en la gestión interna de los servicios revisando los procesos y orientándolos a la mejora continua", dice la administradora colegiada de Studi.
Un proceso muy riguroso
Para conseguir esta acreditación que atesora la administradora de fincas de Studi Marta Castella, hay que superar un proceso de evaluación de los servicios que se ofrecen. El objetivo es garantizar el cumplimiento de unos requisitos mínimos obligatorios, de manera imparcial y objetiva. Esta tarea evaluadora la lleva a cabo una entidad certificadora acreditada internacional, ICDQ.
El proceso de auditoría comprende una preavaluació de los requisitos específicos, que son de obligado cumplimiento y que sin ellos no podrá optar a la certificación final. Y una segunda parte de autoevaluación de todos los requisitos para determinar el grado de cumplimiento total. El certificado de Sello de Qualidad tiene una vigencia cíclica de tres años, esto quiere decir que primero antecede una auditoría inicial satisfactoria con un año de vigencia, que después tendrá que ratificarse por otras dos auditorías sucesivas anuales de seguimiento.
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