Nueva noche, la segunda consecutiva, de incendios vandálicos en el barrio de Cerdanyola de Mataró. Esta vez el balance incluye no solo varios contenedores; los gamberros también han prendido fuego de madrugada a tres vehículos y maquinaria de obra. Unos hechos graves que se suman a los vividos la noche anterior, protagonizados por aproximadamente una quincena de individuos, en represalia por la detención de un okupa conflictivo el miércoles por la tarde. Todo ello sin olvidar los actos vandálicos similares ocurridos hace unas semanas en el barrio del Palau, donde también se vivieron varias noches con contenedores quemados, y donde aún no se ha detenido a los responsables.
Mataró está en alerta, por tanto, por esta oleada de incidentes, que las fuerzas de seguridad atribuyen a una respuesta de jóvenes conflictivos de estos barrios al aumento de la presión policial sobre ellos. En el caso de El Palau, se trataría de una represalia por el incremento de los patrullajes, identificaciones y registros llevados a cabo por parte de Policía Local y Mossos a los grupos de jóvenes más conflictivos e incívicos que rondan por la zona. En el de Cerdanyola, una venganza directamente relacionada con la detención del individuo que intentó ocupar un piso vacío en la calle València, un caso que generó mucha tensión en la calle debido a la respuesta de un grupo de afines al hombre que increpó a la policía.
Si bien en El Palau todavía no se ha conseguido detener a los responsables, la situación parece haberse calmado en los últimos días. Pero los hechos vividos en Cerdanyola estas últimas horas hacen saltar todas las alarmas. Especialmente porque esta segunda noche del 10 al 11 de abril los actos vandálicos han ido a más. Ya no solo se han quemado contenedores, de nuevo media docena, sino que los pirómanos también han prendido fuego a dos coches y una furgoneta estacionados en un aparcamiento de la Ronda del Cros, así como a un toro mecánico y un contenedor industrial que encontraron en la calle València.
Según testimonios vecinales, los protagonistas serían un grupo de unos 15 jóvenes encapuchados, perfectamente organizados para, en cuestión de minutos, prender fuego a todo lo que encuentran y huir corriendo sin ser atrapados. Si bien los actos vandálicos de estas características no son nuevos en los barrios más deprimidos y conflictivos de la ciudad, como Cerdanyola, Rocafonda o El Palau, preocupa especialmente que sean una respuesta inmediata a las actuaciones policiales vinculadas a la convivencia, las ocupaciones o el tráfico de drogas.
Ante estos hechos, desde ayer jueves Mossos d’Esquadra y Policía Local han incrementado notablemente su presencia en las calles de Cerdanyola, con unidades de Arro (muy bien equipadas y con furgonetas de intervención, que las hacen muy visibles) y con un incremento de las ‘Guilles’, las patrullas conjuntas motorizadas. Además, se han aumentado los agentes de paisano de ambos cuerpos, tal y como ya se hizo en El Palau para intentar atrapar in fraganti a los autores de la quema de contenedores. Este refuerzo está previsto, en principio, para las próximas dos semanas, con el objetivo claro de mostrar mucha más policía en la calle y disuadir a los vándalos de continuar con sus acciones.[banner-AMP_5]
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