El dentista catalán Mario César Debes de, acusado de matar sus hijos gemelos en Suráfrica, ha muerto en una prisión de este país, donde se encontraba a la espera de juicio. Debes de, nacido en Mataró el 7 de diciembre de 1968, estaba en prisión preventiva a un penitenciario de Ciudad del Cabo desde el 6 de abril de 2017, cuando fue retenido por el presunto asesinato de sus dos hijos tres años. Según han avanzado a La Vanguardia fuentes de la familia de Manantiales, conocida a la capital del Maresme por su actividad profesional en el campo de la medicina, la causa de la muerte sería "no natural". El mismo diario apunta que la familia no cree, pero, que el odontólogo se haya suicidado.
El mes de abril de 2017 la policía sudafricana detuvo Manantiales para matar presuntamente sus dos hijos gemelos. Mario César Debes de Yela, que entonces tenía 48 años, estaba en la Ciudad del Cabo para ver sus tres hijos: uno de siete y los dos de tres, que vivían con su ex mujer. Según publicaron medianos locales, recogidos por la Agencia Catalana de Noticias, el hombre quedó con su exparella para comer plegados. Cuando ella llegó, siempre según esta versión, le explicó que los gemelos habían muerto y a continuación la intentó agredir. La ex mujer pudo alertar la policía. Mario César Debes de fue ingresado en el hospital de una prisión de máxima seguridad para recuperarse de las heridas que se hizo en un accidente de tráfico, según recogían varios diarios digitales sudafricanos y el atestado policial. Esta fue la versión que el fiscal defendió ante el tribunal que tenía que juzgar Manantiales.
La familia de Manantiales, pero, nunca creyó la versión policial y del fiscal del suceso. Tal y cómo relata la abogada de la familia, consideran que no existen pruebas suficientes que sustenten este relato. Según el abogado penalista sudafricano que trabajaba en el caso, las posibilidades de absolución del odontólogo se elevaban al 80%. Tampoco tienen nada claras las circunstancias de su muerte a l prisión y descartan que se trate de un suicidio. Según recoge La Vanguardia, la familia explica que Debes de mantenía contacto permanente con familiares y amigos y su estado de ánimo también era bueno. La familia también lamenta las dilaciones del proceso –ha habido varios atrasos del juicio- y otras irregularidades legales como que la defensa del odontólogo no tuviera acceso al atestado policial, o la incineración de los dos gemelos a la cabeza de una semana de los hechos sin ninguna orden judicial.