La fiscalía pide un año de prisión en sus conclusiones provisionales para Domingo M.A., acusado de un delito de estafa procesal, puesto que considera que el acusado se hizo pasar por ciego para cobrar una indemnización después de tener un accidente de coche. La supuesta estafa se destapó cuando lo procesado fue pillado por la Guardia Civil mientras conducía un BMW a la N-430 entre Valencia y Albacete a 154 km/h.
Este juicio ha empezado este lunes a la Audiencia de Barcelona a pesar de que el procesado ya fue absuelto por este hechos hace unos dos años. La empresa de seguros Mapfre, que ejerce como acusación particular, presentó un recurso al Tribunal Supremo (TS) contra esta sentencia y después de aceptarlo se tiene que repetir el juicio. En la primera vista, el tribunal rehusó un testigo de la acusación particular, una mujer de hacer trabajos que trabajaba en casa del procesado y que tenía que explicar como el procesado no estaba ciego, y el TS ha decidido que este testigo se tiene que escuchar en la celebración de nuevo del juicio.
La acusación particular pide seis años de prisión por el procesado por un delito de estafa procesal, y que no cobre los 546.780 euros de indemnización por haberse quedado en un 80% ciego después de un accidente de tráfico al Masnou en 1996. Este dinero estando embargado por un Juzgado de Mataró hasta que se resuelva el proceso judicial. Dos años después de este accidente, el febrero de 1998, la Guardia Civil multó al procesado mientras iba con su mujer en un tramo de carretera nacional, entre Valencia y Albacete, a 154 km/h. A partir de esta multa, la compañía presentó la denuncia, puesto que consideraba que el procesado se había hecho pasar por ciego para cobrar la indemnización. Los informes periciales destacan que el acusado está ciego en un 88%, y que tiene un poco de visión en un ojo. Además, en el juicio, se ha destacado que Domingo trabajó vendiendo cupones de la ONCE en el Maresme.
En su declaración ante el tribunal, el procesado ha reconocido que condujo bajo la supervisión de su mujer 'entre siete y treinta segundos' en un tramo de carretera que sabía que era recto, puesto que por su anterior trabajo de representante comercial 'me conozco todas las carreteras de España'. El acusado ha dicho que tuvo la 'necesidad visceral' de conducir puesto que le gustan muchos los coches y que en ningún momento la mujer 'me corrigió' y 'me paré cuando la Guardia Civil me lo indicó'. Además, ha reconocido que después de la multa continuó conduciendo algo más.
En esta primera sesión del juicio también han declarado agentes de la Guardia Civil que lo detuvieron, y un detective privado que contrató la empresa de seguros y que le hizo fotos y vídeos durante una temporada, donde supuestamente se ve al procesado mirando 'escaparates de vehículos de lujo'. El juicio continuará mañana con la declaración de más testigos entre ellas la mujer que hacía trabajos a casa del procesado, y que según la acusación explicará como 'él veía claramente'.
Este juicio ha empezado este lunes a la Audiencia de Barcelona a pesar de que el procesado ya fue absuelto por este hechos hace unos dos años. La empresa de seguros Mapfre, que ejerce como acusación particular, presentó un recurso al Tribunal Supremo (TS) contra esta sentencia y después de aceptarlo se tiene que repetir el juicio. En la primera vista, el tribunal rehusó un testigo de la acusación particular, una mujer de hacer trabajos que trabajaba en casa del procesado y que tenía que explicar como el procesado no estaba ciego, y el TS ha decidido que este testigo se tiene que escuchar en la celebración de nuevo del juicio.
La acusación particular pide seis años de prisión por el procesado por un delito de estafa procesal, y que no cobre los 546.780 euros de indemnización por haberse quedado en un 80% ciego después de un accidente de tráfico al Masnou en 1996. Este dinero estando embargado por un Juzgado de Mataró hasta que se resuelva el proceso judicial. Dos años después de este accidente, el febrero de 1998, la Guardia Civil multó al procesado mientras iba con su mujer en un tramo de carretera nacional, entre Valencia y Albacete, a 154 km/h. A partir de esta multa, la compañía presentó la denuncia, puesto que consideraba que el procesado se había hecho pasar por ciego para cobrar la indemnización. Los informes periciales destacan que el acusado está ciego en un 88%, y que tiene un poco de visión en un ojo. Además, en el juicio, se ha destacado que Domingo trabajó vendiendo cupones de la ONCE en el Maresme.
En su declaración ante el tribunal, el procesado ha reconocido que condujo bajo la supervisión de su mujer 'entre siete y treinta segundos' en un tramo de carretera que sabía que era recto, puesto que por su anterior trabajo de representante comercial 'me conozco todas las carreteras de España'. El acusado ha dicho que tuvo la 'necesidad visceral' de conducir puesto que le gustan muchos los coches y que en ningún momento la mujer 'me corrigió' y 'me paré cuando la Guardia Civil me lo indicó'. Además, ha reconocido que después de la multa continuó conduciendo algo más.
En esta primera sesión del juicio también han declarado agentes de la Guardia Civil que lo detuvieron, y un detective privado que contrató la empresa de seguros y que le hizo fotos y vídeos durante una temporada, donde supuestamente se ve al procesado mirando 'escaparates de vehículos de lujo'. El juicio continuará mañana con la declaración de más testigos entre ellas la mujer que hacía trabajos a casa del procesado, y que según la acusación explicará como 'él veía claramente'.