Mataró habrá consagrado una década a esta manera 'low coste' (es un decir) de tener instalaciones deportivas a cubierto
Alguien que acabe de llegar a Mataró se podría hacer cruces pero hasta final del 2016 en Mataró no había pistas deportivas cubiertas. había pabellones deportivos y basta. Con siete años el panorama ha cambiado fuerza con las inversiones reiteradas para dotar de cubierta las pistas deportivas del Plan de en Boet, del Casal de Jóvenes, de Cerdanyola y, la última, la anunciada en Cirera . Cuando esta última sea una realidad, el Ayuntamiento de Mataró se habrá gastado cerca de 4 millones de euros.
La apuesta de cubrir pistas deportivas viene de dos mandatos atrás, cuando CiU ostentó la alcaldía de Mataró y a las darreries del mandato llevó al Pleno la aprobación de una inversión extra surgida de una modificación presupuestaria para movilizar 1,2 millones de euros para cubrir las pistas exteriores del antiguo Sidral, del Eusebi Millán y de Cirera. Aquella partida se aprueba y las primeras obras que llegan son las de la pista aneja del pabellón del Plan de en Boet. Cuando el diciembre del 2016 se inaugura la primera pista cubierta, la polémica la protagoniza el PSC local que reparte por el barrio propaganda con el logotipo del partido apropiándose del mérito de la obra… que viene del mandato pasado cuando gobernaba el entonces socio de gobierno de los socialistas, es decir CiU. Un lío entrañable que demostraba el rédito que pueden tener estas apuestas.

El segundo turno le toca a la pista del Casal de Jóvenes, el antiguo Sidral. El Ayuntamiento invierte 375.000 euros en una instalación que hace de anexo del vecino Palacio Josep Mora pero que es de titularidad de la Generalitat. Techo pagado por el Ayuntamiento, eso sí. La obra se acaba a mediados de un año importante cómo el 2017. Es la última obra física que estrena, oficiando de ejecutivo conjunto, la sociovergència local. El otoño de aquel año CiU sale del gobierno pero la apuesta estratégica por las cubiertas de pistas la mantiene el PSC que, además, introduce una cuarto en la orden de prioridades mataronines: la de Cerdanyola.

Cubrir la pista de Cirera, en este sentido, queda durante años en un tipo de limbo. El presupuesto anunciado el 2015 de 414.000 es técnicamente insuficiente. Y la pelota se va saliendo adelante en cada ejercicio presupuestario también cuando a partir del 2019 el gobierno es del PSC y En común Podemos.

La pista de Cerdanyola
La pista polideportiva de Cerdanyola es una obra más importanteque sus dos predecesoras. Es casi más un pabellón que una cubierta y de este modo se da respuesta a una reivindicación con aires de queja histórica del barrio sobre la carencia de un gran espacio a cubierto. Las obras empiezan la primavera del 2019 y se alargan bastantes meses para acabarse a mediados de 2020. Se levanta una pista cubierta donde había un campo de arena y posteriormente también se arreglan los exteriores.
La pista, para la que se aprueba el nombre de Remigio Herrero en recuerdo del icónico primer teniente de alcalde mataroní, acaba costando 880.000 euros. O el que es el mismo, cuesta igual que las de la Eusebi Millan y del Sidral juntas. La Diputación asume 385.000 euros. Sumando la parte que asume Aguas de Mataró por la acometida de aguas, este importe sube a 934.772 euros de presupuesto.

La de Cirera, la más complicada
La cobertura de pistas deportivas desaparece, desde la inauguración de la Remigio Herrero, de las listas de cosas pendientes hasta que en la aprobación del presupuesto y el inicio de este año electoral de 2023 el Gobierno aprueba el proyecto de la pista deportiva de Cirera. Sus usuarios, del hockey y el patinaje artístico, llevan esperando el techo desde que lo anunciaron el 2015. El que también ha cambiado desde entonces es el precio: se aprobó una inversión hace 8 años de 414.000 euros y ahora se ha anunciado una de 2.029.000 euros.
Otro golpe las cuentas se hacen igual: la pista de Cirera costará más que las obras de sus tres precedente de los últimos años juntas.
El Ayuntamiento de Mataró argumenta que el diferencial de precio se entiende por la especificidad de esta obra. "A diferencia de los anteriores, este proyecto se sitúa en una parcela con ciertas complicaciones topográficas que implican la construcción de graderíos y de edificaciones auxiliares cómo WC y almacenes para 'salvar desniveles', aseguran. A la vez, cómo con todo, en el precio también hay una cierta repercusión de la inflación económica en los costes de los materiales.
Antes de final de año tendrían que empezar las obras, en Cirera. Obras que durarán 16 meses y que por lo tanto sitúan el estreno de la nueva pista el 2025. Justo entonces se cumplirán 10 años del primer anuncio de cubiertas y Mataró, con cuatro techos nuevos, habrá consagrado una década a esta manera 'low cost' (es un decir) de tener instalaciones deportivas a cubierto.
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