Albert Ramos sigue haciendo historia. El jugador ganó domingo a Raonic, número 8 del mundo, en los octavos de final de Roland Garros y accede por primera vez a unos cuartos de final de un Grand Slam. Además, el mataroní lo hizo por la puerta grande: Arrassant a uno de los mejores jugadores del circuito en un partido que duró sólo tres sets: 2-6/4-6/4-6. La solidez de Ramos en su servicio y la cabeza fría para mantener los puntos largos en su terreno en espera de un error de Raonic fueron clave para llevarse un triunfo que le permite estar entre los ocho mejores del torneo más importante que se hace en tierra batida.
El tenista mataroní destrozó literalmente a Raonic en el primero siete, donde le ganó la partida bien pronto y se disparó con un par de roturas de servicios. El croata perdía con errores no forzados y Ramos conseguía varios puntos ganadores para llevarse el siete por 2-6. En el segundo, el partido se equilibró y el servicio de Raonic empezó a ser mucho más seguro. Una rotura de Ramos le permitió llevarse el segundo siete.
La sorpresa era mayúscula (Ramos es el 55 del mundo, pero ya vendía de ganar a Sock, 23 del rànking ATP) y se consumó en el tercero siete. En esta cabeza de los dos cedió su servicio en ningún momento, hasta que en el noveno juego, Ramos se puso 0-30. Raonic intentó evitar el que podía ser una rotura clave, pero después del 15-30 Ramos aguantó y se puso 4-5 con el servicio para ganar. El tenista mataroní parecía lanzado con el 15-40 para conseguir una victoria histórica, pero Raonic todavía tendría tiempo de reaccionar y empatar. El croata se puso en ventaja para romper el servicio de Ramos, pero el mataroní lo salvó, hizo dos puntos más y cerró la victoria por 3-0 a cero.

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