"Me llamo Aran Mayola Huguet y actualmente estoy estudiando el cuarto año de la licenciatura de ciencias políticas a University of California, a Berkeley, donde llegué hace ocho meses en condición de estudiante de intercambio. Gracias al Programa Propio de la Universitat Autònoma de Barcelona, estoy disfrutando de la posibilidad de completar mis estudios a una de las mejores instituciones universitarias del mundo. La gran oferta de asignaturas disponibles a UC Berkeley y los retos, tanto de carácter personal como académico, que comporta una experiencia como esta fueron los factores determinantes a la hora de decidir marchar de Mataró, ciudad a la qué volveré de aquí tres meses, cuando concluya el año de intercambio.
Situada a 15 kilómetros de San Francisco y con cerca de 113.000 habitantes, Berkeley gira alrededor de la Universidad, la construcción de la cual, el 1868, precede la fundación de la misma ciudad. El ambiente universitario que serespira y que denota esta estrecha relación entre la ciudad y la institución académica es algo que me sorprendió desde el primer momento.
Berkeley también se caracteriza para ser la cuna de varios movimientos en pro de los derechos civiles y en contra de la discriminación por razones de raza, de origen o de orientación sexual. Esta identidad progresista que caracteriza la ciudad, así como también el resto de la región de la Bahía de San Francisco, contrasta con las posiciones más conservadoras dominantes en otros muchos lugares de los Estados Unidos. Esta división entre regiones conservadoras y progresistas no es el único contraste observable en el país. Las desigualdades internas que hacen de esta potencia política, económica y militar un gigante con pies de barro son palpables a las calles de muchas ciudades de los Estados Unidos, donde la riqueza de algunos contrasta con la pobreza de muchos.
Siento que, desde el extranjero, a menudo idealizamos casa nuestra y tendemos a recordar aquello que más echamos de menos, en vez de aquellos aspectos que nos gustaría poder cambiar. Así, recuerdo con especial nostalgia el centro de mi ciudad, donde la gente se conoce y se saluda por las calles históricas, que todavía conservan cierta esencia del pueblo que un día fue Mataró. Gracias a las nuevas tecnologías puedo mantenerme informado, a través del qué me explican las amistades y la familia o de los medios de comunicación local, de la actualidad de la ciudad.
Ciertamente, Mataró es un buen lugar para vivir. Uno de las ventajas que tiene la ciudad y que, hasta ahora, no había tenido en cuenta es que se encuentra en una zona de riesgo sísmico muy reducido, todo el contrario que Berkeley. Consciente que la Bahía de San Francisco está esperando el "Big One", un terremoto de consecuencias catastróficas que se estima sacudirá la zona en los próximos 30 años, tuve un susto cuando, durante mi primera semana en California, se pudieron sentir varios terremotos. fortunadament, sólo fueron de entre 4 y 5 grados en la escalera de Richter".

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