El CE Mataró sumó ayer domingo un importante triunfo por 2-1 ante el Manresa en el primer partido del año. Los mataronins empezaron el 2007 con ráfagas de buen juego, con jugadores jóvenes sobre el terreno de juego y con victoria en el último suspiro cuando Molina marcó, ya fuera del tiempo reglamentario, el gol que el Municipal había cantado dos minutos antes y que el árbitro asistente se había encargado de anular. Los mataronins están ahora a ocho puntos del Gavà, cuarto clasificado, y recibirán esta semana en el Sabadell, que goleó y que es líder de Tercera.
El partido empezó en medio de un ambiente frío. El campo no contaba con los seguidores más ruidosos del club, los Mataró Fans (llegaron a la media parte) y los primeros quince minutos de juego tampoco ayudaron mucho, puesto que va las ocasiones brillaban por su ausencia. En la primera oportunidad clara, pero, el CE Mataró puso el partido a favor. Cebri luchó una pelota que acabó dentro del área visitando. Molina se avanzó al portero Moreno, quién tumbó al delantero amarillo-y-negro, provocando dudoso penalti. Kiku Rimblas fue el encargado de hacer el 1-0.
El Mataró, que presentaba novedades interesantes en el equipo, encarrilaba bien pronto un partido difícil. Alex, el jugador que más bien aprovecha los minutos que se le dan, y Pablo, eran titulares después de muchas jornadas. El delantero no estuvo mucho acertado, mientras que Pablo, bastante perdido a la banda derecha, dejó detalles del que puede aportar cuando la pelota se juega por tierra y él es el encargado de canalizar el juego de ataque. Junto con estas novedades,hubo una otro de forzada: la de Sergio Navarro de central. Palacios, cubriendo una pelota, se lesionó, y el centrocampista ocupó su lugar desde el minuto 23. Mientras tanto, el Manresa avisaba con chuts lejanos que marchaban fuera o que Miguel Àngel paraba sin muchos problemas. El ataque del Mataró, por su parte, acababa continuamente en fuera de juego, fruto de la línea defensiva avance del Manresa.
Los últimos avisos de los visitantes vinieron de las botas de Moises, que estrelló una pelota al palo con un potente chut desde casi el medio del campo, y de Gallego, que se topó con un espléndido Miguel Àngel. En la reanudación, el partido se complicó por los de Manel Moya. A los cinco minutos, un contracop conduit por Soler, que cruzó medio campo con la pelota a los pies, lo recogió Nogareda, que después de pisar área, y cuando todo el mundo pensaba que chutaría a portería, sirvió en bandeja en su punto de penalti a Uri, que estableció el 1-1. El gol espabiló a los mataronins, dormidos desde el 1-0, y se sucedieron las oportunidades.
El delantero Alex, escorado a la derecha en el segundo tiempo, pisó área para enviar la pelota al palo. El rebote, que lo recogió Cebri dentro del área pequeña pero sin gairabé ángulo, lo paró el portero visitando. Poco después fue Javi quién se internó por la banda y su centrada la recogió Molina, quién vio como el portero rehusaba su remado con los pies. En el minuto 70 Alex, de nuevo por la banda, envió un pase de la muerte a Cebri, pero este vio como su remado lo enviaba a córner un defensa en el último instante. Moya quería sumar los tres puntos, por el que puso sobre el campo a Aitor Gonzàlez, uno de los jugadores más desequilibrants y eléctricos de los cual dispone actualmente el juvenil del conjunto amarillo-y-negro.
Ya sobre la hora, llegó la jugada polémica del partido. Navarro remató un córner al larguero. La pelota botó en el tierra y salió en dirección contraria a la portería. El árbitro, Jiménez Acosta, dio el gol. Pero las protestas de los jugadores visitantes hicieron que este consultara la decisión con el asistente, el cual anuló el 2-1. Corría el minuto 91, yquedaban sólo dos por el final. Los mataronins, heridos en el orgullo, fueron a por todas, hasta que en el último minuto se consiguió el esperado gol. Una sacada de banda larga de Kiku la peinó Cebri porque Molina, encima bot, consiguiera el 2-1 definitivo.

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