Blai Deulofeu en una acción defensiva. Foto, Jordi Terrón.
Blai Deulofeu en una acción defensiva. Foto, Jordi Terrón.

Marc Mayola

Blai Deulofeu o como cazar las oportunidades al vuelo

El jugador del filial del Joventut empieza a dejar huella con el primer equipo

Pol Barragán, Manel Núñez y Max Ansón son baja estos días en el Joventut Handbol Mataró. La situación es especialmente dramática porque estamos hablando de tres zurdos. En este deporte la especificidad de un zurdo es básica, por ejemplo, para jugar en la posición de extremo derecho. Un zurdo en la derecha siempre tiene una ubicación más cómoda para buscar portería. El entrenador del Joventut, Sergi Rodríguez, ha encontrado una solución; Blai Deulofeu. Es diestro, pero se adapta a la posición y este sábado marcó cinco goles en el empate de los mataronenses en la pista de La Salle Montcada (27-27).

"Le hemos reconvertido por necesidad. No juega en su posición natural pero nos está ayudando. No acostumbra a marcar tanto como ayer porque un diestro en el extremo derecho tiene que rectificar y es complicado, pero es un trabajador incansable y siempre suma." Sergi Rodríguez valora la actitud y aportación de su jugador. Blai Deulofeu tiene 21 años y ha jugado toda la vida en el Joventut: "En el GEM hacía multideporte y después, en tercero de primaria, ya elegí el balonmano. En cuarto, hacia el Mataró." Y desde entonces hasta llegar al primer equipo.

"Jugar en el primer equipo era como el sueño de pequeño. Ahora me gustaría que esto no interfiriera en la dinámica del sénior B porque llevo cuatro temporadas jugando con ellos, pero de cara la temporada que viene me haría ilusión consolidarme con el A." Esta posición de extremo derecho no es del todo antinatural para él porque a menudo ha tenido que encargarse de este rol: "Un diestro se siente bastante incómodo en la derecha pero durante bastantes años he jugado al rectificado porque nadie lo podía hacer. Tienes que saltar orientando el cuerpo hacia el punto de penalti para abrirte tanto cómo puedas y, a la vez, inclinar el brazo hacia el otro lado para encontrar el máximo ángulo posible."

Toda esta liturgia técnica en la pista se transforma, en el ámbito académico, en el impulso final para acabar ADE. El lunes empieza la última semana de clases en el TecnoCampus y después hará prácticas en una empresa de Barcelona. Su futuro laboral pasa por el mundo de la empresa y, de hecho, la familia querría que se encargara de continuar la tradición en Flors Noè Germans. Blai lo ve con buenos ojos pero no tiene prisa: "Antes querría ver mundo."

 

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