El CE Mataró se enfrentará este próximo domingo día 31 de octubre al Cassà, equipo que se sitúa a la decimosexta posición de la mesa clasificatoria, justo dos posiciones por encima del equipo dirigido por Pep Barbany que hoy por hoy es colista. Se puede decir que esta es "la liga" de los amarillo-y-negros, que estos son los partidos donde los puntos no se pueden dejar escapar. Los mataronins necesitan ganar a un rival directo cómo es el equipo gerundense puesto que sino la distancia crecería y se haría más difícil salir de la zona crítica de la Preferente. No obstante, hay que recordar que el CE Mataró no puede descender esta temporada por la nueva configuración de las categorías que e entrará en vigor al fútbol catalán la siguiente temporada. Por la parte gloriosa de la Preferente, en cambio, hay que destacar el liderazgo del Ripollet y el seguimiento de bien cerca de la Abuela, dos clubes que se han hecho con los dominios de la categoría.
Tanto el CE Mataró como la UE Cassà tienen una situación económica complicada que ha trastocado la imagen de ambos equipos. Por su parte, los maresmencs arrastran un déficit financiero reflejado en deudas salariales a ex-entrenadores y ex-jugadores desde hace dos temporadas. En cuanto a los blanco-y-moratones, este año tenían que jugar legalmente a la Tercera División pero la renuncia en su plaza por carencias económicas hizo que la Federación Catalana de Fútbol los renegara al grupo Y de la Preferente Territorial. Ambos con características similares a nivel deportivo y a nivel institucional se podrán ver las caras a las 17:00h al Municipal Carles Padrós para dar un golpe de autoridad a la zona baja de la mesa.
Con perfiles similares, la diferencia entre los dos equipos es puede plasmar en que el Cassà sí ha ganado al menos un partido. El CE Mataró, en cambio, todavía no conoce esta utopía. Por el contrario, pero, los gerundenses son los que más goles han encajado con un total de 16 en siete partidos. Los de Barbany, en consecuencia, tienen la posibilidad de afinar la pólvora contra un adversario que no ha demostrado muchas virtudes a nivel defensivo. Y es que son los goles el antídoto que necesita el equipo mataroní para encontrar el buen camino. Con un triste bagaje de sólo 4 goles a favor, los amarillo-y-negros afrontarán un partido tejido a medida para acabar con esta esterilidad ofensiva.
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