"Sin un cinco con kilos y altura el techo competitivo sería mucho más bajo. Todos los equipos de LEB Plata tienen, como mínimo, un jugador de este tipo. Los entrenadores con experiencia en la categoría todos dicen el mismo. Un pívot poderoso es capital para poder competir". Así se expresaba a finales de julio el entrenador del Homs UE Mataró, Charly Giralt, en relación a la posibilidad de fichar un jugador interior que completara la plantilla. Este jugador es Pape Bocar Sall, que llega a la capital del Maresme procedente del Zentro Basket Madrid. El nuevo pívot, de 2,11 m, tiene experiencia en LEB Plata y destaca por su dominio físico y capacidad de intimidación. Además, es un jugador con cierta facilidad para anotar.
Papo Bocar Sall tiene 22 años y es senegalés. Formado en las categorías inferiores del CB Zaragoza, la temporada pasada anotó con el Zentro 13,7 puntos por partido de media y cogió 7,3 rebotes (22 minutos de juego por partido de media). Hace dos, en LEB Plata, las cifras fueron de 7,6 puntos y 5,2 rebotes (en solo 13 minutos). En cualquier caso, es un jugador muy joven y el club de Mataró intuye en él un buen potencial. Tiene muy buenas condiciones y la posibilidad de seguir creciendo en el equipo que entrena Charly Giralt.
"Hemos mantenido el bloque y hemos mejorado la plantilla con pequeños retoques. En este sentido, estoy muy contento. Cada año somos un poco mejores." De todos modos, y a pesar de la llegada de Pape Bocar, Giralt es consciente de la dificultad de la empresa: "Para nosotros es una liga nueva y la mayoría de rivales son profesionales. Nosotros no somos un equipo profesional. Económicamente somos el equipo con menos posibilidades de la liga y nos falta la experiencia de competir en este nivel, pero intentaremos compensarlo con ganas de trabajar y mucha ilusión. Será una temporada complicada pero lucharemos para mantener la categoría".
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