"Escándalo". Así se puede definir la primera Half Challenge Costa Barcelona-Maresme que tuvo lugar en la comarca durante el pasado fin de semana. La figura del desastre de la competición recae en Virginia Berasategui, vencedora de la prueba en categoría femenina que posteriormente fue descalificada. Los jueces esgrimieron que era por haber sido demasiado cerca de la segunda clasificada, Katja Schumacher, aplicando la sanción colectiva que, casualmente, no afectó a la neozelandesa. La triatleta vasca salió al frente del agua, y a la cabeza de un rato sobre la bicicleta, llegaba un grupo de ciclistas entre las quehabía Schumacher. Esta se acercó a Berastegui, que le recriminó la actitud y siguió la cursa. La sanción no le notificaron en el momento para poder pasar al penalty boxes tal y cómo se tiene que hacer, aumentando las dudas sobre la decisión.
Berasategui, en declaraciones a capgros.com, ha explicado que "no hice nada", y lamenta que por decisiones totalmente "comerciales" le saquen el que "trabajé". "Vino todo el grupo de ciclistas por última, cuando tendrían que estar descalificados para hacer drafting [ir a rebufo], y después aplican la sanción colectiva pero sólo me afecta a mí y no a Schumacher o a las otras del grupo". El hecho de no avisar de la sanción es especialmente grave, puesto que Berasategui no pudo parar al penalty boxes y no era consciente que lo habían sancionado: "me han jodido y me hacen pensar que todo ha sido una farsa". La cursa había sido intensa, con la atleta vasca ganando al sprint a Schumacher. "No los gusta que ganen los de aquí, si no ganan las chicas mones que han pagado una morterada sólo para participar porque vengan de fuera esto no vende", ha espetado el atleta, visiblemente afectada por todo el que pasó.
Berasategui recuerda que en 19 años "nunca me han descalificado", y lamenta el trato a atletas potentes del ámbito estatal, con grandes hitos internacionales, sean tratadas así "para potenciar a la gente que viene de fuera. Aquí tenemos calidad aunque no la quieran ver". La triatleta iniciará trámites legales para validar su triunfo, después del desgavell de la organización.
Superpoblación y descontrol
El problema fue generalizado a toda la cursa. La organización, que en su momento había contemplado la presencia de entre 1.000 y 1.500 participantes, aceptó finalmente 2.200, una cifra totalmente desorbitada por el tipo de trazado de la cursa. Esto provocó la presencia de grupos de ciclistas cuando está prohibido hacer drafting y aprovecharse del esfuerzo de los demés. Estos grupos no fueron suficientemente sancionados, a pesar de que más de 200 fueron descalificados (muchos de ellos sin saberlo y sin aviso). No fue el único problema. Al agua, las boyas no estaban muy marcadas, y los más llestos se aprovechaban de la carencia de jueces y marcas sobre el agua para arañar segundos.
Los foros y páginas webes estatales dedicadas a este deporte son un clamor ante todo esto. Critican el hecho de tener tanta gente a la prueba sólo para hacer "negocio", que sólohubieran nueve motos para evitar el drafting en medio de más de 2.000 atletas o el hecho que los sombreros de baño por la natación no trajeran numeración, haciendo imposible la descalificación de los tramposos. Los avituallaments, con bebidas calientes, o la carencia de señalización son otras de los temas más criticados por la comunidad triatleta. Renacuajo ha intentado, sin éxito, ponerse en contacto con la emprendida organizadora. Clemente Alonso fue el vencedor en la categoría masculina con un tiempo de 4 horas, un minuto y 49 segundos.
Vídeo cedido por Televisión de Mataró
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