El CE Mataró no puede con la dureza de la Iberiana y la complicidad arbitral

"Atención por favor, al acabar el partido el CE Mataró ofrecerá castañas a todos los asistentes". El speaker del Municipal de Mataró hacía este anuncio a diez minutos por el final del partido entre los amarillo-y-negros y la Gimnasia Iberiana. Fina ironía, seguramente sin querer, la de este anuncio. Teniendo en cuenta que los jugadores visitantes, si hubieran comido castañas al acabar el partido, estarían empachados después de las que repartieron durante noventa minutos. La excesiva dureza de este equipo, junto con la complicidad de un árbitro que seguramente no se atrevió a silbar el que tocaba, deshicieron un CE Mataró superior pero que sólo pudo empatar a uno. Con actitudes como las de ayer, propias de la selva del fútbol territorial más bajo de Cataluña, seguramente el Iberiana pierde pocos puntos a casa. Y no por su calidad, precisamente.

El partido no tuvo mucha historia. Futbolísticamente hablante. El CE Mataró trajo el peso del partido durante los primeros compases. Uno fuera de juego dudoso sirvió para anular un gol a los mataronins al poco de empezar. Si el colegiado principal estuvo poruc con los visitantes, los árbitros asistentes tenían una miga bajo el brazo que los hacía levantar constantemente el brazo para señalar fuiste de juego inexistentes. Poco después, una nueva falta lateral de Manu no la remató nadie. Y se va col·lar. 1-0. Vinieron entonces los mejores momentos de los visitantes, que se aproximaron al área de Cuevas pero sin concretar ningún chut entre los tres palos. Y poco fútbol, teniendo en cuenta las constantes faltas de los visitantes y las agresiones que el colegiado prefería no ver.

En la segunda parte, Xavier Puigvert expulsó por doble amonestación a Cata en una falta en medio del campo. Tanto rigurosa como la primera tarjeta amarilla. Y el partido se complicó todavía más cuando en una mala defensa de los mataronins en un córner, la Iberiana empató. Un jugador recibió y chutar solo dentro del área, y el rebote lo recogió Padilla, que tocaba la primera pelota del partido (acababa de entrar de refresco) para hacer el empate. Quedaba media hora. Pero los visitantes demostraron tener tanto poca idea futbolística y sí un doctorado en juego antiesportiu que para no ser, no fueron ni capaces de aprovechar la superioridad numérica. Que acabaran con los once jugadores sobre el terreno de juego sólo puede responder a la voluntad arbitral de no recibir, también, castañas iberianes.

Y a pesar de todo, los mataronins pudieron llevarse un triunfo que habría dignificado el fútbol catalán. Y el fútbol en general. Porque a pesar de que el equipo no hizo un buen partido,iba. Lo intentaba, caía y se levantaba. No respondía a los insultos que venían desde el banquillo visitando, desde la grada de parte de jugadores no convocados de los visitantes. Tampoco respondían a las agresiones. Recriminaban, pero seguían jugando. Hubo dos contracops. Uno de ellos, el portero la escupió a tiempo cuando el delantero mataroní podría haber regateado. La otra fue una vaselina de Uri que se topó con el larguero. El bagaje ofensivo de los visitantes, pobre. Yatenían bastante con su juego en medio del campo.

Próxima jornada
El CE Mataró sube un lugar en la clasificación, pero sigue en descenso con sólo cinco puntos. Es el único equipo que no ha ganado ningún partido liguero, pero una victoria todavía lo haría salir de los tres últimos lugares. En la próxima jornada, los de Toni Gomà visitarán el Igualada e intentarán sumar por primera vez de tres en tres.