El CH Mataró consiguió sábado algo más que los tres puntos. Los mataronins visitaban una pista complicada después del tropiezo en la última visita ante el penúltimo, el Santa Maria de Pilar. El equipo, además, era consciente que cada paso atrás se paga muy caro a Primera Estatal como demuestran las últimas temporadas. Y con todo, en el último segundo, cuando parecía que el empate a tres goles sería definitivo y volarían dos puntos más en este desplazamiento, Martí Casas decidió que no. Que el sueño del ascenso está muy vivo. Un gol suyo al último segundo daría el 3-4 y significaría conseguir tres puntos que además de llenar de moral a los mataronins, se los permiten volver a ser líderes después de la derrota del PAS Alcoi a la pista de la Arenys de Munt.
El partido empezaría con bastante igualdad entre los dos conjuntos. No hay rivales fáciles a Primera Estatal, un hecho que no se ha cansado nunca de repetir Joan Carles Vadillo. Y menos cuando toca ser visitante. Un primer gol de Martí Casas a los siete minutos de partido, varias ocasiones falladas, buen acierto al última y el 0-2 de Eric Florenza a pocos minutos para acabar parecían que permitirían en el Mataró tener un anochecer de sábado plácido. Pero lejos de esto, Areces recortaría diferencias antes del descanso y lo dejaba todo al aire: 1-2.
Al poco de empezar la reanudación, los locales conseguirían empatar y todo volvía a empezar. Los mataronins seguirían intentando buscar la victoria, con penalti fallado incluido, hasta que Martí Casas anotaba el 2-3. Aniol Mangas, de falta directa, estuvo a punto de sentenciar pero no estuvo acertado. Y a poco menos de seis minutos por el final empataba Areces. Fue aquí cuando el Mataró intentó empujar por última vez, encontrando el premio final en el gol de Casas cuando quedaba un segundo.

-
Comentarios