El CN Sabadell dominaba con mano de hierro la liga. Acumulaba nueve títulos consecutivos y había dado forma a la dinastía más exitosa en la historia de la competición, superando el récord del Mediterrani de los años 90 (el club de Barcelona había llegado a ganar ocho ligas seguidas). Todo esto hasta la temporada pasada. El Centre Natació Mataró se encargaba de cortar la hegemonía del Sabadell con su primer campeonato liguero, un título que ganó sin que la temporada pudiera finalizar, por culpa de la crisis del coronavirus, y que intentará revalidar esta temporada. La manera de hacerlo es, seguramente, con actuaciones cómo la de ayer.
Sabadell y Mataró firmaron un partido majestuoso en la piscina de Can Llong. Los dos mejores equipos de la liga demostraron el motivo de esta consideración protagonizando un formidable intercambio de golpes. Anna Gual adelantaba al equipo de Dani Ballart, pero el conjunto local respondía con un parcial de 3 a 0 (3-1). Clara Cambray, en los instantes finales del primer cuarto, situaba el 3 a 2. No cambiaría la dinámica del segundo periodo; alternativas en el marcador y cada equipo respondiendo con contundencia a la aspiración del otro de escaparse en el marcador (6-5 al descanso).
Helena Lloret, que acabaría el partido con 5 goles, cambiaba el marcador en los minutos iniciales del tercer cuarto (6-7). El Sabadell volvería a reaccionar para llegar al parcial definitivo con un gol de ventaja (8-7). Los últimos ocho minutos seguían guardando emociones fuertes; a 1:27 del final, Lloret situaba al Mataró por delante (10-11). A un minuto de la bocina empataba el Sabadell (11-11). El CNM no sabría aprovechar una última jugada en superioridad y el partido acababa con un punto para cada equipo.
El Mataró cede el primer empate y suma 19 puntos. El equipo de Dani Ballart es líder con dos puntos más que su rival, el Sabadell. Es cierto que una victoria en la piscina del conjunto del Vallès habría abierto una rendija importante entre los dos equipos, pero también parece evidente que el Mataró puede vivir con el empate y que el fantástico partido de este fin de semana precederá otros grandes duelos entre los dos mejores equipos de la liga. La División de Honor ya no es cosa de uno, la lucha por la hegemonía está servida.