El CN Mataró lo intenta todo pero se queda a las puertas de la liga

No ha podido ser. El tercer partido de la final de la División de Honor de Waterpolo femenino ha dictado sentencia y esta ha sido durísima por el CN Mataró. El equipo entrenado por Dani Ballart lo ha intentado todo, agotando todas las variantes de su catálogo, pero la cuarto final de la temporada ha acabado igual que las tres anteriores. Con derrota.

Derrota más que honrosa en la temporada en que el waterpolo estatal ha tachado además levantada. El CN Mataró tenía el factor piscina a favor y con la Joan Sierra llena hasta el tope permitido por el Procicat las mataronines han salido decididas a retener el título del año pasado. De buenas a primeras se ha visto que los goles y las oportunidades irían mucho más caras que no a los partidos del fin de semana. El 0-0 ha sido el marcador durante los 10 primeros minutos, un cuarto y medio, durante el que se ha visto un juego de defensa de unas y otras realmente espectacular. Los sistemas defensivos eran murallas de brazos asustando tiros y Maria Elena Sánchez, portera mataronina, enseñaba que estaba mucho más afinada que a los partidos precedentes.

También de la inventiva de Ballart salía la posición atrasada de Marta Bach y Anna Vado, que se situaban prácticamente bajo palos. La solidaridad en las ayudas era brutal. Los dos clásicos del waterpolo estatal habían llevado la liga a una dimensión que no se conocía hasta este año: un tercer partido decisivo, determinando, a cara o cruz. Cada gol sería determinante.

El Sabadell ha sido más afinado al final del segundo cuarto abriendo un agujero que ha acabado siendo decisivo. Maica García, a quien sábado secaron "", abría la cuenta y a partir de aquí cada gol valía su peso en oro. Amanecer Bonamusa hacía el único gol de los dos primeros periodos (1-3), que acababan con una abucheada de Ballart a sus jugadoras que se debería de sentir desde Can Maitanquis y todo.

A contracorriente, pero no puede ser

Remar contracorriente, para intentarse acercar al Sabadell que jerárquicamente iba arreciando su dominio del marcador ha sido la tónica de los dos últimos cuartos. Lo ha intentado absolutamente todo lo Mataró, incluso la táctica de jugar con la portera en ataque (que hasta ahora en partidos importantes casi nunca había resultado) que este golpe sí que ha hecho feria. Hasta en tres oportunidades en ataque las mataronines han podido empatar. Han sacado raza, sentimiento y calidad les Espar, Bach o Cambray. Pero no ha podido ser. Maica García desembullant ataques y Laura Ester abortando los últimos tiros a la desesperada han acabado para persuadir los presentes que la materia se transforma pero lo Sabadell sigue estando un poquito por sobre.

El partido de la Joan Sierra ha acabado con lágrimas. De tristeza y rabia por haber sido más cerca que nunca de ganarle a las vallesanes la liga, así, de cara a cara. De emoción de Helena Lloret que jugaba su último partido. De alegría, también, de un Sabadell que ha sudado el título más que en ninguna ocasión anterior de la década de dominio interrumpido que precedió el título mataroní de la 19-20. Ha sido uno partidàs de waterpolo, de los que hacen afición. Al CN Mataró se le niega la liga más querida y luchada pero los nombres de la plantilla de este equipo se tendrían que saber de memoria, como el verso de Navidad, por parte de la afición local. No hay título pero queda el recuerdo de la mejor final femenina de la historia.

Anotación final sin ninguna importancia cronística, pero que quede escrito. Aprovechando cualquiera de las pausas o tiempos muertos, tanto quién estaba como quienes lo seguía por televisión se recordaba del pòtol federativo que posó una final como esta en horario de lunes a media tarde. Qué poca vista, qué poca traza!