Tocados, pero no hundidos. El juvenil del CE Mataró demostró el pasado sábado, día 28, que todo y el mal balance de la temporada es un equipo que nunca baja los brazos. Los jugadores luchan, corren y se dejan la piel a cada jugada con una gran determinación. Una actitud incuestionable que ante el Girona, que todavía batalla para no caer al pozo del descenso, se hizo más patentiza que nunca y condujo los amarillo-y-negros a la segunda victoria de la temporada. Hacía desde la decimoctava jornada que el conjunto entrenado por Luís García y Juan Barón no obtenía los tres puntos, cuando el equipo goleó al campo del Ferriolenc por 0-4, pero todavía quedaba un asunto pendiente antes de finalizar la campaña: ganar en casa y dar una alegría a los forofos mataronins. Un objetivo que el sábado se cumplió después de que el Mataró realizara una exhibición física espectacular sobre el terreno de juego.
Los primeros minutos del partido fueron muy intensos, con un Girona que avanzó las líneas para hacer valer su condición de favorito y un Mataró que no escondió la cabeza bajo el ala en ningún momento. La rapidez del gerundense Fran topaba continuamente con la solidez de Jorge en medio del campo, y detrás Urbano interceptaba las pelotas que llegaban con valiosas recuperaciones. El menut Carmona, uno de los hombres más destacados del partido, creaba serios problemas a la defensa gerundense por la banda derecha, pero faltaba conexión con Graso y Mendo para acabar de definir ocasiones claras de peligro. Al minuto 23 llegaría la nota negativa del partido. Al sacar una pelota, el portero Oriol se hizo daño al quàdriceps de la pierna derecha y tuvo que ser sustituido por el meta Fran, el único jugador que ocupaba el banquillo de los amarillo-y-negros. El Girona aprovechó estos momentos de incertidumbre para atacar con fuerza por medio del extremo Alberto, que colgó más de una bola peligrosa al área pero noobtuvo resultados favorables. Quien sí va se hizo con el gol, por el contrario, fue el juvenil del CE Mataró, que en el minuto 38 pondría el 1-0 en el electrónico. Graso sirvió una milimétrica asistencia por alto y Fran, desde la pequeña y con el portero rival prácticamente encima, remató con la cabeza in extremis introduciendo la pelota en el fondo de la red. Con la alegría del gol se llegó al descanso.
A la reanudación, el Mataró sufrió los efectos del desgaste físico realizar en la primera parte, y el hecho de no tener hombres de refresco al banquillo se notó de nuevo. Aún así, los de Luís García y Juan Barón no dieron muestras de debilidad y llevaron a cabo un trabajo defensivo soberbio. El Girona, consciente que el tiempo empezaba a jugar en su contra, lo intentó en numerosas ocasiones, pero el Mataró desplegó una defensa numantina que sería inexpugnable el resto de partido. Al minuto 73, el meta Fran sacó una mano providencial que evitó el empate y, al 88, el Girona conseguiría un palo que dejó Carles Padrós con un silencio sepulcral. Este sufrimiento, pero, valió la pena y finalmente el Mataró se hizo con el tan deseado triunfo en casa. Después del último silbato, caras de satisfacción y alegría entre jugadores y forofos.
Penúltimo reto, Badalona
En la próxima jornada, la 29, el juvenil del CE Mataró visitará el campo del Badalona, equipo que, con 26 puntos, ocupa la penúltima posición a la mesa clasificatoria de la División de Honor, tan sólo por encima del Mataró. El partido tendrá lugar a las 17:00h del domingo, día 5, al estadio Centenario de Badalona.
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