Los corredores del Tour ha cruzado este jueves el Maresme en la sexta etapa de la gran vuelta francesa. Los ciclistas han entrado a la comarca pasadas las dos de la tarde por Palafolls y han recorrido toda la costa por la carretera N-II. El tiempo, pero, no los está acompañante, puesto que la lluvia los está haciendo la pascua en varios momentos. Después de pasar por Arenys de Mar (que ha recibido el Tour en plena celebración de su Fiesta Mayor) y Caldes de Estrac, han tomado la carretera BV5034 en dirección Sant Vicenç de Montalt y Arenys de Munt, cuando pasaban 15 minutos de las 3 de la tarde.
El público se ha ido repartiendo a lo largo de la Nacional II, a pesar de que uno de los puntos de más concentración de curiosos y forofos se ha concentrado al giro que ensartaba la carretera de Sant Vicenç de Montalt. Después de una muchedumbre de coches, agentes de policía y vehículos de diferentes medios de comunicación, los tres escapados (Augé, Chavanel y Millar) han sido los primeros al iniciar el tramo que los tenía que traer del Maresme en el Vallès Oriental. Ni dos minutos después, el gran grupo aparecía a no mucho distancia de este intento de fuga.
Acabado el paso de los ciclistas, la circulación de la N-II ha vuelto a funcionar con total normalidad mientras los forofos desalojaban las posiciones adoptadas para ver la cursa. Uno de ellos, Enric Martínez, admitía que había sido "demasiado rápido". "Esto ha sido uno visto y no ver, pero es bonito de ver", ha añadido. Por su parte, Gerard Fernández estaba satisfecho por haber podido coger una buena posición: "Nos hemos ensartado un poco en la montaña y cuando todo el grupo cogía la curva ha sido impactante". Otros estaban algo más despistados, como una niña que lamentaba con su padre haberse "perdido la cursa".
Un golpe culminado el puerto del Collsacreu, de tercera categoría, los ciclistas han afrontado un terreno mucho más favorable por el Vallès Oriental, que los ha traído a enlazar con la Ciutat Condal, final de esta histórica etapa cien por ciento catalana que se ha iniciado en Girona. Entre los centenares de espectadores que se han acercado, a pesar de la lluvia, a ver el Tourhabía bastantes turistas, que después de una semana nublada no han tenido que escoger entre Tour o playa.
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