Mi nombre se Estefania Garcia Santos, nacida en Mataró. Desde hace 13 años vivo en la bonita ciudad natal del compositor W.A Mozart, Salzburgo, Austria. Trabajo de maestra en un hogar d´niños desde hace diez años, puesto que estudié magisterio en la Universitat Autònoma de Barcelona y un semestre a la Pädagogische Akademie Wien (l´academia de pedagogía en Viena, la capital de mi país d´adopción). Durante mi estancia en Viena, conocí mi marido y padre de mis dos hijos, Johann y Emilio. Primeramente vivimos en Mataró, donde nació mi primer hijo. A la cabeza de dos años decidimos intentar una nueva vida en Salzburgo, la ciudad natal de mi hombre, puesto que él también se maestro, y en Mataró no encontraba el trabajo adecuado. A l´año 2000 nos vamos instal•lar en Salzburgo y nació mi segundo hijo. A la cabeza de poco (después de dos años y medio de maternidad) empecé a trabajar y hasta ahora hemos vivido aquí, desde el principio muy muy acogidos.
Mi vida, familia y trabajo están aquí en Salzburgo. Yo me encuentro muy integrada, hablo l´alemán y estoy rodeada de gente muy guapa. Mis hijos están integrados a la vida austríaca, hablan l´alemán y sólo conocen Mataró a las vacaciones. Es así como yo vivo Mataró ahora: disfruto del calor, la playa y la comida mediterránea, pero no querría volver a Cataluña. El sistema social catalán o español tiene muchas carencias y encuentro que pocas personas valoran la importancia de la cura del l´en torno. Aquí en Austria la natura es muy importante por el bienestar de las personas. Otra cosa que echo de menos en España es la valoración del trabajo muy hecho. Aquí las personas competentes están muy muy consideradas y compensadas, todo el mundo s´espera que las instituciones funcionen, aunque aquí también hay mucha burocracia.
Últimamente sólo recibo malas noticías de Mataró. La crisis ha afectado a muchos amigos y conocidos, muchos a l´paro o con "recortes" de salario e hipotecas no pagadas.
Una de las cosas positivas que reaviva la ciudad de Mataró pienso que son las Santas. En estas fiestas la gente s´olvida de la negativitat y disfruta la ciudad día y noche. Unas fiestas d´este tipo no las encontraréis en Salzburgo. La vida en las calles, las terrazas de los bares sólo se viven aquí en l´verano, si no llueve. Se la parte "negativa" d´este país, el tiempo no se siempre es bueno. Por otro lado, se viven las estaciones con más intensidad, l´invierno con la nieve, y a la primavera, cuando las montañas se vuelven verdes y los lagos se llenan d´agua transparente, es un espectáculo maravilloso.
Una de las anécdotas que explica el periodo d´adaptación al país fueron los horarios diferentes: mientras nosotros al principio comíamos sobre las dos, hacíamos la siesta hasta las 5 de la tarde y a las 6 salíamos a comprar, a l´invierno aquí ya todo el mundo estaba en casa cenando y las tiendas cerraban. Esto fue un shock al principio, pero teadaptas rápidamente.
Es un país diferente, otra cultura, ni mejor ni peor. Yo estoy medio adoptada y si mi vida sigue tal como ahora, me quedaré aquí por siempre jamás.
Liebe Grüße aves Salzburgo

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