Eulogio Carmona pliega. Esta vez parece, también, que nohabrá vuelta atrás como en la última amenaza. El secretario técnico deja sus funciones, según un comunicado, porque era "un año que tenía que ser de transición y donde estaba convencido que todo el que se hacía era por el bien de la entidad, a pesar de que con el paso de los meses se ha demostrado que es un proyecto continuista donde el único beneficiado es quien dejó tocado de muerto el club", en referencia a Paco Gonzalo. Carmona afirma que la decisión ha sido "difícil" y que está cansado que lo "persigan acreedores, los socios me pidan cuentas, algunos padres me increpen y, el más surrealista, me vengan a pedir unas deudas que no he generado en casa mía a las once de la noche". El secretario técnico afirma que todo ello le supone "problemas familiares que no merezco", y pide "perdón a todos los que han confiado en mí".
Carmona asegura que ha "fracasado" y que marcha con "pena". Pero desgrana que hay "denuncias interminables de acreedores, entrenadores, jugadores, trabajadores, citaciones judiciales sobre la mesa y teléfonos cortados". "Estoy contento con el compromiso de Jordi Pino o Pep Barbany, personas de las que me siento orgulloso de haber conseguido que volvieran donde los maltrataron deportivamente y económicamente", afirma en el texto. También recuerda que la incorporación de Marcial Serrano y la continuidad de Gerard Floriach "son igual de importantes, a pesar de que ellos están de acuerdo en mi proyecto inicial: empezar de cero con la ayuda de la Federación y el Instituto de Deportes".
Los motivos que esgrime, básicamente, son que pensaba "que estaba trabajando por el CE Mataró, cuando en realidad lo estaba haciendo indirectamente por la anterior junta y porque este grupo 'saliente' que no lo acaba de hacer nunca viviera tranquilo. Ha sido un año de trabajo por la tranquilidad de la anterior junta, mientras a mí me persiguen sus deudas. Y hasta aquí hemos llegado". También añade que resta a disposición de ayudar cuando se empiece con una situación "saneada". "Entonces trabajaré por el club, con el único cobro de la satisfacción deportiva, que no económica. Tal y como perseguí cuando me uní a Lluís Sardà, para ayudarlo a que la presión no recayera sobre sede y pudiera llevar a cabo sus ideas". Carmona afirma, pero, que le parece que la actual situación también ha "desbordado" al presidente actual.

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