La UD Cerdanyola empató en su visita a Santo Ignasi un partido que ganaba por tres goles a cero cuando se había jugado media hora. El conjunto amarillo no pudo mantener esta renta, y acabó empatando y deseando el final del partido cuando jugaba ya con siete jugadores. Albert Gibert se estrenó con un empate que tenía un aire diferente a primeros de partido. Un primer gol de penalti de Ferran abría el marcador. Poco después, Carlos y Edgar hacían los siguientes goles que permitían ir ganando 0-3 a la media hora de partido. El equipo, que se presentó con sólo un portero suplente y un jugador de campo al banquillo, vio como en dos minutos, el Santo Ignasi hacía dos goles antes del descanso.
En la reanudación, todo se torció por los amarillos. El cambio que había entrado al poco de la segunda parte fue expulsado al minuto de estar sobre el terreno de juego. El jugador tuvo una topada fortuita con el portero, que agredió al jugador mataroní. El resultado, expulsión de los dos jugadores y penalti a favor de los amarillos. Los mataronins fallaron la pena máxima, y aquí empezó la bajada visitante. Una retahíla de expulsiones por doble amonestación dejó el conjunto mataroní con siete jugadores el último cuarto temprano.
El portero Jairo se erigió en el héroe visitando, con todo de paradas que evitaban el empate. El árbitro alargó el partido hasta el minuto 98, en el cual los locales consiguieron hacer el 3-3 definitivo. Los amarillos van sacar de centro y el árbitro señaló el final. Al acta, además, el colegiado se equivocó a la hora de dar la relación de expulsiones, perjudicando a jugadores que no habían sido sancionados.
Echarán del juvenil
La intención de cara el próximo fin de semana, donde la Cerdanyola se enfrenta en el Calella, será de coger jugadores del juvenil. Estos avanzarán su partido de sábado para que pase el suficiente tiempo reglamentario para poder jugar a los amarillos, que en principio no tendrán más de ocho jugadores del primer equipo disponible. Aun así, este martes hay una reunión en la que se podría certificar el control total del CE Mataró sobre la Cerdanyola, tal y cómo explica Lluís Sardà en la entrevista concedida a capgros.com.
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