había una vez, hace unos cuántos años, en una ciudad que se llama Mataró, un equipo de baloncesto que ganó la liga durante tres temporadas consecutivas… esto que podría parecer el comienzo de un cuento fantástico, fue una realidad a la capital del Maresme de los años setenta. El equipo femenino del Ígneos Mataró (entonces sección del CE Mataró) ganó la máxima competición estatal de las temporadas 71-72, 72-73 y 73-74. La Unión Deportiva Mataró rindió homenaje a las integrantes de aquel equipo mítico con una serie de actas que se celebraron sábado a Palau.
Famadas, Cot, Brugué, Planas, Mas, Rosell, Martínez, Fradera, Sierra, Rivas, Parara, Genisans, Riera o Llobet, son algunos de los nombres que escribieron con letras de oro la historia del baloncesto mataroní. Tres campeonatos ligueros seguidos y varias participaciones a competiciones continentales como la Recopa o la Copa de Europa. Uno de los mejores equipos que ha tenido nunca la ciudad de Mataró y que estableció la base social de un deporte que ha tenido relevo generacional a la capital del Maresme.
El acto también sirvió para homenajear a Rosó Buch y Núria Martínez, mataronines campeonas ligueras con la Uni Girona y que el día siguiente de la fiesta levantaron un nuevo título con su equipo, la Supercopa. Martínez no pudo jugar porque arrastra una lesión que lo obligará a perderse unos cuántos meses de competición. Sábado se reunieron en Mataró varias generaciones de jugadoras que han construido en la ciudad una identidad colectiva con el baloncesto como protagonista.
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