"Hace tres años que tengo una empresa de software en Barcelona. Trabajo allí dirigiendo la empresa y vengo a entrenar y a jugar en Mataró." Mario Martínez, de 27 años, combina deporte y profesión con la misma naturalidad que buena parte de los jugadores y jugadoras de equipos de Mataró. Él llegó a la capital del Maresme hace dos temporadas, procedente del Sant Esteve Sesrovires. Ha sido, de momento, la última estación de un viaje deportivo que incluso lo llevaría al extranjero. Todo empezó en La Roca .
Tenía cinco años y Mario Martínez cambió el fútbol por el balonmano: "Jugaba a fútbol pero de pequeño era gordito. Jugaba bien pero mi padre se cansó y me apuntó a balonmano. Fue fácil y divertido. Salía de la escuela con los compañeros de clase e íbamos a entrenar." Jugó en La Roca hasta la segunda temporada de senior, cuando con el equipo del Vallès consiguió el ascenso a Plata: "Tuvimos que renunciar a la categoría por motivos económicos y nos bajaron dos divisiones. Entonces, con 19 años, fiché por La Garriga para seguir jugando en Primera Nacional."
Después de una temporada con su nuevo club, Mario Martínez tendría la ocasión de vivir el balonmano a nivel profesional: "Me fui a Suiza para jugar en la máxima categoría de allí con el Zúrich. Entrenamiento mañana y tarde, rutinas de equipo profesional, me pagaban por jugar... fue una gran experiencia." Aprovechó la estancia en Suiza para estudiar economía en San Galo, preciosa ciudad situada a poco más de una hora por carretera de Zúrich.
La aventura suiza fue el preludio del regreso a La Roca. Con su equipo de formación consiguió de nuevo el ascenso a Plata y, esta vez sí, pudo probar la segunda categoría del balonmano estatal. Bordils y Sant Esteve Sesrovires, las últimas paradas antes de aterrizar en Mataró. En los últimos tiempos ha pasado de jugar de lateral a hacerlo de central: "Siempre había jugado de lateral izquierdo, pero me he reconvertido a central. Procuro dirigir el equipo tácticamente y controlar el tempo del partido." Ayer guió al conjunto de Mataró en su empate contra el Sant Quirze, el líder de la categoría.