Natxo Ariño dirigiendo un ataque de la Unión. Foto, Joan Ventura.
Natxo Ariño dirigiendo un ataque de la Unión. Foto, Joan Ventura.

Marc Mayola

Natxo Ariño, 30 años de fidelidad a unos colores

El jugador de la Unió Esportiva Mataró es un ejemplo de abnegación y constancia

"El club lo es todo. Aquí he conocido a los amigos de la pandilla, mi mujer había jugado en la Unió... casi toda mi vida gira alrededor del club. Mi hijo? (tiene 3 años) Que haga lo que quiera, pero haría ilusión que también jugara." Natxo Ariño tiene 35 años y desde hace 30 viste la camiseta de la Unió Esportiva Mataró. Amor y pasión por un escudo y un deporte, el baloncesto, que en la capital del Maresme tiene un arraigo ancestral: "Mis padres también habían jugado. Seguramente por eso, también porque los compañeros de clase se apuntaban y porque ya me encantaba, cuando tenía cinco años empecé en la escoleta de baloncesto de la Unió."

Y desde entonces han pasado tres décadas. Se dice rápido pero se cuece a fuego lento. Natxo Ariño las ha visto de todos los colores y nunca ha perdido la devoción por el baloncesto y por su club. Entre sus recuerdos más emotivos, los ascensos y algunos momentos especiales: "El debut con el senior (temporada 2008/2009) porque siempre tienes el hito de jugar con el primer equipo. La campaña que fuimos campeones de grupo, con Ventura, Jobacho, Paco, Van de Hare... también fue fantástica."

Solo se alejó de Mataró y de la Unió unos meses, cuando después de acabar la carrera de magisterio y educación física se fue a Irlanda: "Allí jugué con el Dublin Thunder. Era un buen equipo, con algunos americanos becados, e incluso ganamos la copa irlandesa de la categoría. Pero justo antes de irme había conocido la que sería mi futura mujer y volví a Mataró ya durante las fiestas de Navidad." Ariño acabó la temporada en la Unió y ya no se separarían más: "Siempre he sido mucho de aquí. Antes tenía el pabellón a diez minutos de casa. Ahora, a dos. Valoro mucho no perder el tiempo con trayectos."

Natxo Ariño lo tiene todo junto a casa. Desde hace tres años es jefe de estudios de la escuela Divina Providencia, centro donde también ha hecho tareas de tutor y asignaturas a diferentes grupos. Cuando tiene tiempo devora series de televisión y todos los deportes que puedae y, ahora que acaba la temporada, será la hora del pádel.

La UE Mataró-Germans Homs volvía anoche de Salou después de jugar las fases de ascenso a LEB Plata. Los mataronenses han perdido los tres partidos a pesar de los buenos números de Natxo Ariño (17, 12 y 16 puntos): "Mi rol ha cambiado con el paso de los años. Todavía recuerdo cuando era el base suplente de Jordi Ventura y rascaba algunos minutos con el afán de no perder ninguna pelota. Ahora soy de perfil anotador y también procuro hacer jugar al equipo y repartir asistencias." Y lo quiere seguir haciendo algunas temporadas más: "Tengo un objetivo marcado. Me gustaría retirarme coincidiendo con la temporada del centenario." La Unió Esportiva Mataró se fundó en 1927. Natxo Ariño tiene cuerda para rato.

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