Capgròs
La Coral Diversitat regresa este jueves 12 con su cita musical y comunitaria, con su lección periódica de lo poderosa que es la música y de todo el bien que puede hacer a las personas. Vuelve a los escenarios –o en este caso al altar de Sant Josep, la parroquia donde se han consolidado sus recitales, siempre multitudinarios– y lo hace con sus ingredientes de siempre: canciones tradicionales y conocidas, decenas de cantantes de las sesiones de musicoterapia, amigos cómplices que lo hacen posible como el Conjunt de Cambra y Els Garrofers y muchísima calidad humana que –sí, es así– acaba comportando calidad musical.
La Coral Diversitat no es solo un grupo coral convencional. A diferencia de muchas otras agrupaciones, sus miembros provienen de diversos ámbitos de la Fundació Hospital, incluyendo pacientes de Parkinson, personas con afasia y aquellos que luchan con la salud mental. Esta diversidad es la fuerza motriz de un proyecto que ha marcado una diferencia significativa en las vidas de sus participantes.
Dos veces al año
Los conciertos de la Coral Diversitat de Mataró son dos al año y, como decía aquel villancico, los sabe todo el mundo y es profecía. Puntualmente cuando empieza el calor y termina el curso, uno. Igual de puntual cuando se acerca Navidad, el otro. Dos veces al año se produce una especie de comunión especial, un estallido comunitario, solidario y humano en el que se fusionan los miembros de la coral, los músicos que los acompañan, el director Dídac Rocher que lo hace todo posible y la emoción del público que –también hay que decirlo– viene convencido de casa. Dos veces al año se produce esta belleza, como los árboles de doble floración o como los equinoccios. Y este jueves, 12 de junio, toca el de ahora. El de final de curso.
Todo preparado entonces para que este jueves a las 19.30h, en Sant Josep, se escuchen canciones conocidas interpretadas y cantadas con más sentimiento y sentido que nunca. Familias y amigos se unen para arropar a la coral y escuchar su mensaje. Dídac sabe escoger el repertorio y por si faltaran alicientes, las letras de canciones como el Cànon de la Pau, Gracias a la vida, Escucha lo en el viento o El viaje a Ítaca se vuelven aún más emocionales en esta ocasión.
A la Coral Diversitat vale la pena seguirla, escucharla y sentirla como lo que es: un tesoro, un milagro o sencillamente un despliegue de humanidad compartida.
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