Para una buena alimentación el factor proximidad es clave. Además de ser un incentivo para la economía local, la principal ventaja de los productos que hacen un camino corto del huerto a la tienda es el mantenimiento intacto de su sabor y valores nutritivos. En el Maresme numerosos labradores cultivan frutas y verduras de temporada para venderlas directamente a los mercados de la ciudad, luchando así con la fuerte competencia de los productos de fuera. La mayor parte de los labradores de los alrededores de Mataró son pequeños y medianos productores de frutas, hortalizas y verduras que hacen una venta por autoabastir-se. Es el caso de Hace falta Mama, en Cabrera de Mar, donde cultivan los productos para después venderlos ellos directamente a la finca. "Hagamos venta directa de tomates, fresas, calabacines, berenjenas, pimientos, pepinos... todo son hortalizas de la zona de Cabrera o el más cerca posible, como Vilassar", explican.
Otro ejemplo es el de Pere Ribosa, un labrador que también cultiva en Cabrera de Mar productos frescos y de calidad. "Tengo la parada los sábados en la Plaza de Cuba y todo el que traigo es cosechado en casa", afirma. Ribosa cultiva todo tipo de hortalizas y verduras, como lechuga, zanahoria, guisantes, pimientos, tomates o patatas. Además, en su trabajo tiene muchocuento un factor fundamental: "Trabajo respetando el medio ambiente y apostando siempre por la máxima calidad". La venta directa a la propia finca o a los mercados es la mejor opción por los labradores y productores de hoy en día. "El que sale mejor es vender directamente, sin pasar por intermediarios, y así sacar el mejor rendimiento de precio de tu producto", aseguran desde Hace falta Mama. Además, explican que "vivir de cultivar productos y traerlos a Mercabarna es cada vez más complicado".
Pero en el Maresme también hay otros productores que tienen más clientes además de los mercados. Es el caso de Jaume Ribosa y la empresa de su familia en Cabrera. "Somos una empresa pequeña con varios clientes, entre ellos Carrefour, algunas tiendas de Mataró y mayoristas", explica Jaume Ribosa. Cultivan todo tipo de verduras según la temporada, desde coles y lechugas hasta calçots, escarola, apios o habas. "Sembramos pequeñas cantidades y muchos productos diferentes", afirma. En en cuanto a su relación con el Carrefour de Cabrera, desde la empresa de los Ribosa están satisfechos con el trato recibido: "El precio con Carrefour está pactado más o menos igual durante todo el año y no hay problemas".
La situación de estos pequeños y medianos productores no es, pero, nada fácil. La competencia de las explotaciones más grandes de fuera del Maresme y Cataluña es un factor con el cual los labradores de la comarca tienen que luchar. "Cada vez hay explotaciones más grandes de fuera y el pequeño productor lo tiene muy complicado", afirman desde Hace falta Mama. "Tenemos que buscarnos la vida vendiendo el producto directamente y en un mejor precio", añaden. Jaume Ribosa también coincide en que cada vez hay más productos de fuera, provenientes de lugares como Almería o Murcia, y que "por eso tenemos que trabajar con precios muy bajos, como los de años atrás". Ribosa, además, afirma que "cada vez hay menos labradores, porque cuesta y hay muchos problemas". Los trabajadores afirman que es un sector que está en crisis desde hace ya muchos años, pero buscan la mejor opción para salirse. Para Pere Ribosa la clave es "buscarse la vida en el mercado y trabajar con grandes campos con mucha variedad de productos".
Ganar en calidad
Escoger proximidad es escoger calidad. Para una dieta sana y equilibrada los productos de proximidad son una pieza fundamental. Cuando una fruta u hortaliza es cosechada en casa hace un camino muy corto del huerto a la tienda y llega con todo su sabor y potencial nutritivo, garantizando así la máxima frescura. Al contrario, muchos de los productos que se consumen hoy en día hacen un recorrido demasiado largo, donde los kilómetros y el almacenamiento los hacen perder muchas de estas calidades y valores nutritivos. En este sentido, el Ayuntamiento de Mataró promovió una campaña llamada "Cosechados en Casa", incentivando la elige de los alimentos de proximidad en Mataró identificándolos a las paradas de los mercados de la ciudad.
Apostar por productos de labradores y productores de la comarca supone una ayuda también en otros aspectos, como en cuanto a la dinamización de la economía del territorio. "Es un incentivo para la microeconomía de la zona. Además, hay la cura del entorno y menos contaminación colateral", aseguran desde Carrefour. Este centro comercial potencia desde hace muchos años estos productos de proximidad ofreciendo, entre otros, la verdura de Cabrera y la Cuenca de Tordera o el pescado fresco de la Llotja de Arenys. "Son muy apreciados por los clientes y ahora también estamos incorporando nuevos productores locales de alimentación y bebidas", afirman.
En general, desde los puntos de venta buscan potenciar estos productos de "kilómetro 0" para qué sean un atractivo por el cliente. Frutas Parra tiene su punto de venta al mercado de la Plaza de Cuba con productos de Vilassar, Argentona o Arenys de Mar, como la fresa, las ciruelas, la alcachofa o la judía. Aseguran que "hay gente que sí que se interesa por este tipo de productos y, por eso, nosotros lo tenemos todo identificado con carteles que especifican si son del Maresme o de Cataluña". En general, la proximidad es un aspecto que la gente tiene en cuenta sobre todo en cuanto a la fruta, las hortalizas y las verdura. "Pero queda mucha pedagogía para hacer" matizan de Hace falta Mama.

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Las claves
- El producto de proximidad llega a la tienda con todo su sabor y potencial nutritivo
- Cuanto más kilómetros hace, la fruta, la verdua y la hortaliza pierde calidad
- Los clientes cada vez más piden alimentos cultivados cerca de casa, y las tiendas que disponen hacen campaña
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