Capgròs
Con la llegada del calor, muchos hogares buscan soluciones para refrescarse sin recurrir constantemente al aire acondicionado. En este contexto, los ventiladores de techo se están convirtiendo en una alternativa cada vez más popular. Aunque tradicionalmente han sido muy comunes en países de clima cálido como India, México o Brasil, en Cataluña cada vez son más las personas que deciden instalar uno, especialmente en los últimos años.
Según Joan Carles Calbet, presidente del Gremio de Comerciantes de Electrodomésticos, las ventas de estos aparatos han crecido un 50% en los dos últimos veranos. Y no es de extrañar: los ventiladores de techo presentan una serie de ventajas claras respecto a los modelos de pie o sobremesa, como una mejor eficiencia y una distribución más homogénea del aire, gracias a su posición central y elevada.
Eficientes y silenciosos
A diferencia de los sistemas de aire acondicionado, los ventiladores de techo no enfrían el aire, sino que lo mueven. Esto puede parecer insuficiente en días de calor extremo, pero según el profesor Pere Bové, de la Escuela del Trabajo de Barcelona, con temperaturas en torno a los 28 grados se puede percibir una sensación térmica hasta 4 grados inferior.
Los ventiladores de techo pueden ser especialmente útiles durante la noche, cuando muchas personas tienen dificultades para dormir debido al bochorno. Tal como apunta el instalador Juan Antonio Jordán, “si la vivienda está bien orientada y permite la ventilación cruzada, los ventiladores pueden ser suficientes”. Además, pueden funcionar como un buen complemento al aire acondicionado: muchos usuarios los usan para mantener la frescura acumulada durante el día sin tener que dejar el aire frío encendido toda la noche.
¿Qué aspectos hay que tener en cuenta antes de instalar uno?
Una vez decidimos instalar un ventilador de techo, hay que valorar varios factores para asegurarnos de elegir el modelo más adecuado:
- Tamaño de la estancia: Es crucial para determinar el diámetro de las aspas. Para habitaciones pequeñas (hasta 13 m²), se recomiendan ventiladores de unos 110 cm. Para espacios medianos (hasta 20 m²), entre 110 y 132 cm. Y para estancias grandes, entre 132 y 160 cm.
- Número de aspas y ruido: Cuantas más aspas, mayor caudal de aire. Pero también hay que considerar el nivel de ruido, especialmente si se coloca en dormitorios. El límite recomendado es de 30-40 decibelios.
- Opciones de control: Desde sistemas básicos con cadenita hasta mandos a distancia o control mediante aplicaciones móviles y asistentes de voz como Alexa, Siri o Google Assistant.
- Función invierno: Algunos modelos permiten invertir el sentido de giro para ayudar a bajar el aire caliente acumulado en el techo durante el invierno, lo que puede reducir el consumo de calefacción.
- Motor DC o AC: Los motores DC, de corriente continua, son más eficientes y silenciosos, aunque más caros. Los AC, más económicos, son habituales en modelos básicos.
- Con luz o sin luz: Algunos ventiladores incorporan paneles LED regulables en intensidad y tonalidad, una opción útil si se quiere aprovechar el punto de luz existente en el techo.
Una instalación que puede requerir ayuda profesional
La instalación de un ventilador de techo puede parecer sencilla, pero conviene valorar el tipo de techo que tenemos. En techos de pladur, por ejemplo, a menudo hay que reforzar la zona con madera u otros soportes, lo que puede requerir la intervención de un albañil. En cambio, en techos de cemento o cerámicos es más fácil encontrar puntos donde fijar el aparato directamente. En edificios antiguos con techos de cañizo y yeso, siempre será necesario usar anclajes especiales.
Juan Antonio Jordán, con más de 35 años de experiencia, recomienda encarecidamente dejar la instalación en manos de profesionales para garantizar la seguridad. Afirma que los casos de ventiladores caídos son muy excepcionales y suelen estar vinculados a usos inadecuados o a una instalación deficiente.
¿Qué coste tiene?
Los precios de los ventiladores de techo son muy variados. Los modelos más básicos se pueden encontrar por menos de 100 euros, mientras que los más sofisticados pueden superar los 300 o 400 euros. Un modelo de gama media puede costar entre 150 y 180 euros. A eso hay que añadirle el coste de la instalación, que puede rondar los 120 euros si no es necesario hacer trabajos adicionales.
Los ventiladores de techo se presentan, por tanto, como una solución eficiente, asequible y más sostenible para sobrellevar mejor las noches calurosas del verano. Y, con una instalación adecuada, pueden durar muchos años y contribuir tanto al confort como al ahorro energético.
Fuente: www.3cat.cat/324
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