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Por qué faltan pediatras en los hospitales?

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La falta de planificación, unida a las mejores condiciones laborales al sector privado, hace que los especialistas dejen de optar por la sanidad pública y se produzcan crisis como las vividas en el Hospital de Mataró

A pesar de que el de Mataró es uno de los hospitales donde más se ha notado, con el servicio al borde del colapso en verano por la falta de médicos, la escasez de pediatras en el ámbito hospitalario es un hecho generalizado en todo el país. ¿Por qué? Desde el Consorcio Sanitario del Maresme destacan que el servicio de pediatría es particularmente exigente dentro de un hospital general, y su gestión es comparable a la de un hospital independiente dentro de uno más grande. "Es como un hospital pequeño dentro de otro hospital", explica la directora médica del Hospital de Mataró, Mònica Ballester, subrayando que este servicio debe atender una amplia variedad de casos y especialidades pediátricas. "Tienes que cubrir diferentes atenciones: urgencias, hospitalizaciones de niños, neonatos en la unidad neonatal y apoyo en la sala de partos. Además, tienen que realizar consultas con sus especialidades, como cardiología, neumología y endocrinología", detalla Ballester.

Reclaman que la sanidad pública tiene que ofrecer mejores condiciones a los profesionales

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Una de las grandes dificultades que atraviesan hospitales como el de Mataró ha sido la carencia de pediatras "hospitalistas", es decir, profesionales con voluntad de dedicarse de manera integral al ámbito hospitalario, realizando guardias, atención en planta y también consultas. "Las nuevas generaciones no quieren hacer guardias", comenta Ballester, una tendencia que no solo afecta a la pediatría, sino también a muchas otras especialidades. Los pediatras jóvenes, una vez finalizan su formación MIR, suelen optar por formarse en especialidades o bien trabajar en consultas privadas, en lugar de optar por la vía de la sanidad pública y sus múltiples exigencias, incluidas las guardias. "Esto dificulta mucho encontrar pediatras polivalentes y hospitalistas", explica.

Piden previsión a largo plazo
Otras voces, sin embargo, señalan a la administración pública y a la gerencia de los centros sanitarios como las responsables de la falta de profesionales pediátricos en el sistema sanitario público. La pediatra Ana Roca, vicepresidenta del sindicato Médicos de Cataluña, coincide con la plantilla del hospital mataroní al señalar una planificación deficiente, en este caso a nivel nacional. "Se debería haber hecho una previsión a 10 años vista, estimando las necesidades de profesionales especializados según la cartera de servicios que será necesario ofrecer, haciendo una prospección de la ciudadanía que se deberá atender", señala Roca. Algo que, en su opinión, no se ha hecho. "La previsión ha sido insuficiente, provocando una falta de pediatras para atender adecuadamente a la población infantil". Desde el Hospital de Mataró recuerdan que este ámbito depende del Ministerio de Salud.

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Otro problema que agrava la situación, según Roca, es que el sistema público es incapaz de competir en condiciones con la sanidad privada y las oportunidades laborales en el extranjero. Muchos de los profesionales formados en Cataluña terminan marchándose, buscando mejores condiciones laborales, salariales u oportunidades de formación, que no encuentran en el sistema público. La pediatra señala que la formación vía MIR que se realiza en España es reconocida internacionalmente, lo que facilita que estos profesionales puedan encontrar trabajo fuera del país con facilidad. "Estos profesionales finalizan su especialidad, están muy bien formados y valorados, y hay mucha oferta laboral fuera del país, pero también en la medicina privada catalana y estatal", comenta Roca.

La vicepresidenta de Médicos de Cataluña también destaca la falta de oportunidades de formación continuada dentro del sistema público, otro factor que impulsa a los pediatras a buscar alternativas por otras vías. "Mientras ejercen en la medicina privada, los profesionales pueden acceder a formaciones adicionales o especializaciones más específicas, como la neumología o la neurología pediátrica. En el ámbito de la atención primaria, esto es mucho más complicado", lamenta. Esta situación no afecta por igual a todos los hospitales. Centros grandes y con un equipo docente fuerte, como el Hospital Vall d'Hebron, Germans Trias i Pujol y el Hospital Sant Joan de Déu, pueden mantener un nivel más alto de especialización. Pero en hospitales más pequeños la situación es mucho más crítica. "En estos centros hospitalarios, toda la actividad que se realiza es asistencial, y los profesionales no pueden hacer una subespecialización dentro del mismo centro", explica Roca. Aquellos que quieren seguir formándose a menudo tienen que desplazarse fuera de su horario laboral, lo que se convierte en un obstáculo casi insalvable para la conciliación laboral y familiar. Precisamente, la apuesta del Hospital de Mataró por aliarse con Can Ruti y ofrecer nuevos atractivos a su plantilla de pediatras en la vía formativa y de especialización busca contrarrestar esta situación.

 

LAS FRASES

"Tenemos dificultades para encontrar pediatras polivalentes y hospitalistas que quieran adaptarse en la realidad de un hospital" (Mònica Ballester)
 
"La previsión ha sido insuficiente, provocando una falta de pediatras para atender adecuadamente la población infantil"
 
"CatSalut no sabe ni cuántos profesionales tenemos ahora mismo a cada zona, así que ya no hablamos de los que se necesitarían" (Jordi Cruz, cirujano del Hospital de Mataró)
 
"Mientras ejercen en medicina privada los profesionales pueden acceder a formaciones extra o especializaciones más específicas" (Ana Roca, Pediatra)

PEDIATRIA

Área de pediatría del Hospital de Mataró

Que los turnos sean temporales

La falta de especialistas en pediatría en hospitales como el de Mataró no es solo una cuestión de formación, sino también de las condiciones laborales que los pediatras del Hospital de Mataró se ven obligados a aceptar para mantener el servicio. "Con esta imposición prolongada de horarios y condiciones para salvar el servicio, muchos pediatras han aceptado a disgusto continuar hasta noviembre, pero si este modelo organizativo persiste, podrían acabar marchándose, y esto agravaría aún más el problema", advierte Roca. En la misma línea se expresa Jordi Cruz, cirujano del Hospital de Mataró y vicepresidente del comité de empresa, además de presidente de Médicos de Cataluña. La solución temporal de alargar los turnos de la plantilla de pediatras del Hospital "no les gusta; no es solo cambiar el turno, también es cambiar de vida. No es lo mismo trabajar mañanas y hacer una semana de guardia que salir del Hospital a las 8 de la noche", asegura Cruz. Desde el sindicato Médicos de Cataluña se mantienen atentos para evitar que las medidas adoptadas temporalmente en el Hospital de Mataró se conviertan en una solución permanente. "Nosotros somos los primeros que no queremos que esto tenga continuidad", afirma Cruz. Si la situación se perpetúa en contra de la voluntad de los profesionales, el sindicato está dispuesto a defenderlos jurídicamente. Por todo ello, Cruz quiere poner en valor "el sobreesfuerzo de los profesionales, de cambiar su horario y su forma de vida para salvar el servicio de pediatría".

Cruz se suma a las voces críticas contra la falta de planificación sanitaria. "Hacia el otoño pasado se hizo un análisis de la situación en el Hospital de Mataró y se vio que nos faltaban al menos cinco pediatras. Había convocatorias abiertas, pero sin respuesta", constata. Cruz, en todo caso, reconoce que no es un problema exclusivo del Hospital de Mataró, sino que lo atribuye a una situación generalizada en toda Cataluña, que define como "estructural" y que responde, según su opinión, a la falta de previsión por parte de las autoridades sanitarias, incapaces de establecer cuántos médicos y enfermeras se necesitan en el territorio y garantizar su distribución. "CatSalut no sabe ni cuántos profesionales tenemos ahora mismo en cada zona, así que ya no hablamos de los que se necesitarían", advierte.

La creciente dependencia de la sanidad privada

La situación actual de carencias en la atención pediátrica (hecho extensible a otras especialidades) ha llevado a muchas familias a optar por la sanidad privada para garantizar un trato adecuado a sus hijos. De hecho, el 40% de los catalanes tienen una mutua privada. "Nos vemos forzados a contratar una póliza privada para garantizar la atención básica de nuestros hijos o de nosotros mismos. Esto es un fracaso del sistema sanitario público", denuncia la pediatra Ana Roca. Esta dependencia de la sanidad privada pone de manifiesto las deficiencias del sistema público, que está cediendo ante su incapacidad para ofrecer un servicio de calidad y sin demoras.