Posponer el despertador nos roba el descanso
Posponer el despertador nos roba el descanso

Redacció

"Cinco minutos más..." o como el botón de posponer el despertador nos roba el descanso

Los expertos alertan que interrumpir el sueño cada pocos minutos rompe la fase REM y puede aumentar el estrés y la sensación de cansancio durante el día

patrocini ISSA octubre 25 (2)
 

“Cinco minutos más... cinco minutos más...”. Es el pensamiento recurrente de muchos cuando suena el despertador. Pero, ¿estos minutos extra de vaguear en la cama son realmente un pequeño placer o un hábito perjudicial para nuestro descanso?

Según Ana Adan, catedrática de Psicobiología de la Universidad de Barcelona y miembro del Instituto de Neurociencias, posponer la alarma puede alterar la calidad del sueño. La primera vez que suena el despertador interrumpe la fase REM, la más profunda y necesaria para consolidar recuerdos, aprendizajes y estabilidad emocional. Cuando este ciclo se rompe, aunque volvamos a dormir unos minutos, ya no recuperamos esa fase, sino que entramos en un sueño superficial y poco reparador.

Adan explica que “a partir del primer sonido de la alarma ya nos hemos despertado, aunque la apaguemos sin darnos cuenta”. Por ello, ir repitiendo la alarma no tiene ningún beneficio objetivo: solo genera una sensación subjetiva de descanso, pero, en realidad, aumenta el estrés y dificulta la transición hacia el estado de vigilia. La experta recomienda poner como máximo una repetición —una especie de margen de seguridad—, aunque asegura que la primera alarma debería ser “la buena”.

Este hábito de presionar el botón de posponer a menudo oculta una falta crónica de sueño. Muchas personas programan el despertador hasta una hora antes para poder retrasarlo varias veces. “Ese tiempo, probablemente, lo necesitas para dormir”, advierte Adan. La solución es simple: acostarse un poco antes y reorganizar los horarios para respetar el descanso necesario.

Lo ideal, según los expertos, sería despertarse sin despertador, siguiendo nuestro reloj biológico. El cuerpo humano está programado para dormir de noche y despertarse de forma natural con la luz del sol. Pero la realidad laboral y académica nos obliga a menudo a hacerlo antes de tiempo, interrumpiendo el ciclo circadiano y afectando funciones como el metabolismo, el apetito, las hormonas o el estado de ánimo.

Adan destaca que aquellas personas que se despiertan espontáneamente antes del despertador, incluso en fin de semana, muestran una buena organización del ritmo interno y suelen completar sus ciclos de sueño de manera saludable.

Exponerse a la luz natural

Para ayudar al cuerpo a equilibrar el reloj interno, los especialistas recomiendan exponerse a la luz natural por la mañana, mantener horarios estables —también el fin de semana— y reducir el uso de pantallas por la noche, ya que la luz azul retrasa la producción de melatonina.

Y para quien no puede evitar depender del despertador, existen alternativas menos bruscas. Los despertadores solares, que aumentan gradualmente la intensidad de la luz simulando la salida del sol, permiten un despertar más natural y menos agresivo. Así, el cuerpo pasa progresivamente del sueño profundo a la vigilia, y el día empieza con más calma... y menos ganas de decir “cinco minutos más”.

Fuente: www.3cat.cat/3catinfo


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