Una dosis de la vacuna de Janssen
Una dosis de la vacuna de Janssen

Redacción

Liberar las patentes de las vacunas es la solución?

Esta propuesta se ha posado sobre la tabla desde diferentes ámbitos, pero no todo es tan fácil cómo esto. Voces de expertos detallan pros y contras.

Liberar, o no, las patentes de las vacunas. Esta es la cuestión. Y es un tema que se ha posado sobre la tabla porque muchas voces han reclamado suspender temporalmente las patentes de vacunas Covid. Estados Unidos (EE.UU.), la Unión Europea (UE) y lo Reino Unido (UK), lideran los territorios discordants. Cada cual dice la suya, pero para acercarnos a este tema con más precisión daremos un vistazo a un artículo científico que expone la controversia desde diferentes puntos de vista. El texto en cuestión es obra de Salvador Peiró, investigador del área de Investigación en Servicios de Salud, Beatriz González López-Valcárcel, catedrática de Métodos Cuantitativos en Economía y Gestión de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y Vicente Ortún Rubio, catedrático emérito de Economía y Empresa de la Universitat Pompeu Fabra.

Los autores esgrimen que hay dos rotundos argumentos, inapelables, para acelerar la disponibilidad de vacunas al mundo.

El moral: ningún derecho de protección de la propiedad intelectual tendría que prevalecer sobre el derecho humano universal a la salud y a la vida.

El egoísta: los riesgos de la Covid-19, incluso para los países ricos, persistirán mientras se mantenga la epidemia en los países pobres.

Aceptados estos argumentos, la discusión se centra en cómo acelerar el acceso a las vacunas. La liberación temporal de patentes podría no ser un mecanismo útil para este fin. Y podría tener efectos negativos sobre la innovación (también en las vacunas para nuevas variantes). Incluso distraernos del objetivo esencial y demorar el acceso a las vacunas.

Sistema de patentes y reglas de juego internacionales

Las patentes se crearon para incentivar la innovación y fomentar su rápida difusión porque la competitividad de las organizaciones y el bienestar de los países depende de la innovación. Buscan estimular el innovador con un "premio", un derecho de monopolio que, limitando el acceso universal y dando poder de mercado al innovador, controla la oferta e incrementa los precios.

Hasta la fecha no se ha inventado nada mejor que las patentes para estimular la innovación. Pero las patentes también imponen barreras a la difusión del conocimiento. Además, solo estimulan la innovación que resuelve necesidades de los que pueden pagarla (demanda solvente) mientras las dolencias olvidadas (las de países pobres) continúan relegadas.

Se han propuesto varias alternativas, no excluyentes entre si, para compaginar estímulo a la innovación y accesibilidad en el caso de medicamentos y vacunas:

  • Adquisición de la patente por los gobiernos (en subasta y a valor social) para su transferencia al dominio público, que requeriría una gran coordinación entre gobiernos.
  • Otorgar premios al innovador, en lugar de patentes. El "premio" no restringe el uso del conocimiento y el mercado competitivo se ocupará de la difusión.
  • Los acuerdos de compra anticipada de vacunas contra la Covid el 2020 han sido la solución de los países ricos para priorizar el suministro de vacunas a sus poblaciones. Compartiendo riesgos con el descubridor durante la fase de desarrollo de la vacuna, aseguraron la financiación (y el riesgo de fracaso) al innovador, y que su población recibiera suficientes dosis en plazo y precio.

La suspensión de patentes aceleraría la vacunación mundial?

Qué es más eficaz en estos momentos para garantizar el suministro mundial de vacunas? Incentivar las licencias voluntarias, sobre una base cooperativa, o eliminar temporalmente las patentes, apostando por las licencias coercitivas?

Probablemente, la suspensión por sí misma no consiga en el corto plazo la expansión necesaria de la producción de vacunas. Por las siguientes razones:

  • Las limitaciones de suministro actuales reflejan cuellos de botella en la fabricación. El mayor problema no es de incentivos a la innovación, sino de escasez de materias primeras y de asegurar la calidad de la producción.
  • Las vacunas no son solo productos, sino también procesos. La expansión de la fabricación requiere también transferencia de tecnología, un aspecto que se articularía mejor con licencias voluntarias y mecanismos de compensación adecuados.
  • La producción de vacunas, además de considerables economías de escala, tiene una curva de aprendizaje. Las vacunas más innovadoras tienen una tecnología muy compleja y requieren recursos especializados que no tienen las fábricas tradicionales.
  • Así mismo, serán necesarios acuerdos de financiación pública para el pago de las licencias obligatorias y de las vacunas que salgan de las fábricas de genéricos. Y también para el pago del resto de licencias necesarias para la producción de las vacunas.

Alternativas actuales a la suspensión de patentes

Sin una transferencia tecnológica decidida para enseñar cómo hacerlo, la suspensión de patentes tiene mucho brindis al sol. Ni la transferencia de tecnología ni la instalación de nueva capacidad se podrán realizar con la velocidad necesaria.

Una alternativa inmediata para vacunar el mundo pasa porque los países ricos incentiven la cooperación de los fabricantes porque otorguen licencias voluntarias a nuevos fabricantes, compartan con ellos los conocimientos técnicos asociados a su patente y los asistan para producir y vender en mercados específicos.

A cambio, el titular de la patente tiene que garantizar la calidad del nuevo producto y puede recibir regalías sobre sus ventas. Las licencias voluntarias, además, proporcionan buena imagen a las grandes compañías farmacéuticas.

A medio-largo plazo, conviene asegurar que continúa la innovación en vacunas eficaces frente a las potenciales nuevas variantes y asegurar cadenas de suministro de vacunas sostenibles a largo plazo, mayores y más robustas que las actuales. Y no solo Covid. Las otras vacunas también importan.

Por otro lado, expertos en patentes y bioética de la UOC aportan más argumentos al debate:

Argumentos a favor de liberar las patentes

• La pandemia representa un problema de salud pública mundial.

• Falta de capacidad de producción de vacunas ante la demanda, por parte de los titulares de las patentes.

• Financiación pública para desarrollar algunas vacunas contra la COVID-19.

Argumentos en contra de liberar las patentes

• Una mengua en los titulares de las patentes por monetitzar su inversión en R+D en relación con la vacuna.

• Fuerte inversión en equipos altamente cualificados e infraestructuras, así como en tecnologías emergentes, por parte de quienes decidan asumir la fabricación de las vacunas.

• Un precedente respecto a posibles nuevas soluciones que puedan surgir para combatir la Covid-19.

Sea como fuere, el debate es sobre la tabla y seguramente todavía sentiremos a hablar más durante los próximos días.

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