Por este motivo tu lavadora huele mal (y puede afectar a tu salud)

Hay un hábito aparentemente inofensivo que es muy común después de poner una lavadora, pero que podría estar generando un problema serio dentro del aparato. Si tu lavadora huele raro, la ropa limpia no acaba de oler bien o notas que el ambiente del espacio del hogar donde se ubica se ha vuelto cargado, quizás el culpable es este gesto automático: cerrar la puerta de la lavadora justo al terminar el ciclo.

Aunque pueda parecer que dejarla abierta es un descuido o poco estético, la realidad es que es una de las acciones más importantes para mantener tu lavadora en buen estado. Según señalan desde Samsung, una de las principales marcas de electrodomésticos, dejar la puerta cerrada impide la ventilación interior, provocando un exceso de humedad que queda atrapada en la goma del cierre y en el tambor. Esta humedad es el terreno de cultivo ideal para el moho y las bacterias.

Esta problemática, en la que coinciden muchos expertos en la materia, afecta sobre todo a las lavadoras de carga frontal, ya que tienen una goma de sellado que asegura el hermetismo durante el lavado, pero que también retiene la humedad si no se ventila bien. En cambio, las lavadoras de carga superior no tienen este problema, ya que el diseño permite que se airee mejor incluso con la tapa cerrada.

Riesgos para la salud

El moho no solo genera malos olores: también puede suponer un riesgo para la salud. Los hongos y bacterias acumulados dentro de la lavadora pueden pasar a la ropa limpia y, de ahí, a la piel. Esto puede provocar reacciones alérgicas, irritaciones, picores o, en casos más graves, problemas respiratorios como tos persistente, congestión nasal o asma.

Cómo evitarlo: consejos clave para mantener la lavadora limpia y saludable

Además de dejar la puerta abierta después de cada lavado, los fabricantes recomiendan seguir algunas pautas sencillas pero esenciales para alargar la vida útil del aparato y garantizar un funcionamiento óptimo:

• Retira la ropa inmediatamente después del ciclo: No dejes la colada mojada dentro, ya que esto incrementa la humedad y favorece los hongos.

• Limpia la goma de la puerta con regularidad: Pásale un paño húmedo para eliminar restos de detergente, pelos o suciedad acumulada.

• Lava el filtro de desagüe cada pocas semanas: Si la lavadora no desagua bien, vibra demasiado o hace ciclos más largos, puede que el filtro esté obstruido.

• Utiliza el programa de limpieza del tambor (si dispone de él): Samsung recomienda hacerlo cada tres meses, sin carga y sin detergente.