Un estudio muestra que el desarrollo de la memoria de trabajo y la capacidad de atención es más lento en alumnos de primaria que van a escuelas con más ruido de tráfico. La investigación, liderada por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y publicada a 'PLoS Medicine', se ha hecho en 38 escuelas de la capital catalana, con la participación de 2.680 niños de entre 7 y 10 años. El estudio indica que los alumnos expuestos a 5 decibelios (dB) adicionales de ruido exterior tenían un desarrollo de la memoria de trabajo un 11,4 % más lento que la media; en cuanto a la memoria de trabajo compleja, un 23,5 % inferior y, en cuanto a la capacidad de atención, un 4,8 % más lento. En cambio, el ruido en el domicilio no influyó en los resultados de las macetas.
Las evidencias sobre las consecuencias del ruido del tráfico en la salud de los niños todavía son escasas. El estudio de ISGlobal, enmarcado en el proyecto 'Breathe' y liderato por los investigadores Maria Forastero y Jordi Sunyer, ha evaluado el posible impacto del ruido del tráfico sobre el desarrollo cognitivo. El equipo científico se centró en dos habilidades que se desarrollan con rapidez en la preadolescència y que resultan esenciales para el aprendizaje y el rendimiento escolar: la capacidad de atención y la memoria de trabajo.
La capacidad de atención hace posible atender estímulos específicos de manera selectiva o centrarse en una tarea concreta durante periodos de tiempos prolongados, entre otros procesos. La memoria de trabajo o memoria operativa es el sistema que permite mantener y manipular información en periodos cortos de tiempos. Cuándo, además, es necesario procesar de manera continua y eficaz la información almacenada en la memoria de trabajo se habla de memoria de trabajo compleja.
El trabajo de campo se extendió durante 12 meses entre el 2012 y el 2013, a lo largo de los cuales los participantes realizaron cuatro veces las macetas cognitivas. El objetivo de estas pruebas no era solo evaluar la memoria de trabajo y capacidad de atención, sino estudiar la evolución a lo largo del tiempo. En paralelo, se mesuró el ruido tanto al exterior de las 38 escuelas participantes cómo a los patios y en el interior de las aulas.
Los resultados muestran que, transcurrido el año de estudio, la progresión de la memoria de trabajo, de la memoria de trabajo compleja y de la capacidad de atención fue más lenta en alumnas que iban a escuelas con mayor ruido de tráfico que los que estudiaban en centros más silenciosos.
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