Soledat entre els joves
Soledat entre els joves

La soledad no deseada crece, especialmente entre los jóvenes

Según el estudio, dos de cada diez personas se sienten solas de manera no deseada, una situación que no es puntual, puesto que el 68% de ellas han estado en esta situación durante más de dos años

La soledad es un fenómeno creciente que afecta a un gran número de personas en todo el mundo. Un estudio reciente presentado al Observatorio contra la soledad no deseada ha revelado que una de cada cinco personas, el 20 % de la población, se siente sola. Sorprendentemente, esta problemática afecta especialmente los jóvenes y las personas con discapacitado, poniendo en evidencia una realidad a menudo pasada por alto.

Según el estudio, dos de cada diez personas se sienten solas, una situación que no es puntual, puesto que el 68 % de las personas que se sienten solas han estado en esta situación durante más de dos años, y el 13 % sufre soledad de manera crónica. Estos datos son preocupantes, puesto que la soledad prolongada puede tener graves consecuencias sobre la salud mental y física.

Los jóvenes de entre 18 y 24 años constituyen uno de los colectivos más afectados por la soledad, con un 35 % que se sienten solo, superando incluso la gente mayor. A medida que las personas envejecen, la sensación de soledad tiende a disminuir, con un mínimo alrededor de los 55 años, pero vuelve a aumentar a partir de los 75 años, cuando un 20 % de las personas se encuentran en esta situación.

La soledad también varía en función del género, la discapacidad y otros factores sociales. Las mujeres, por ejemplo, sufren más soledad que los hombres. Las personas con discapacidad son las que se sienten más aisladas, con un 55 % que sufren soledad, una cifra alarmante que demuestra la necesidad de una mayor inclusión y apoyo para este colectivo. Además, las personas sin trabajo, aquellas que han sufrido una pérdida importante (cómo la viudedad o una separación), las personas con menos recursos económicos y la comunidad LGTBIQ+ también son más propensas a experimentar soledad.

El entorno donde se vive también juega un papel determinante. Los jóvenes que viven en grandes ciudades tienden a sentirse menos solo que los que viven en entornos rurales. En cambio, la gente mayor se siente más acompañada en el entorno rural que en el urbano, un hecho que subraya la importancia del contexto social y comunitario en la percepción de la soledad.

La soledad no es solo una cuestión individual, sino que implica una combinación de factores individuales, culturales y sociales. A menudo, estos factores están fuera del control de la persona que se siente sola, pero las consecuencias son palpables, especialmente en la salud mental y física.

'Erèmia, soledats compartides en el món rural'

Con el objetivo de sensibilizar la población sobre esta problemática, profesionales de la salud de la Vall d'en Bas han creado un documental titulado 'Erèmia, soledats compartides en el món rural'. Este documental recoge testigos de personas que comparten sus experiencias de soledad a lo largo de las diferentes etapas de la vida. Uno de los testigos más impactantes es el de la Glòria Vergés, que explica cómo se sintió de sola, a pesar de tener familia y amigos, durante los años que tardaron a diagnosticarle la esclerosis múltiple que sufre.

En conclusión, la soledad es un problema complejo y multifacético que afecta de manera significativa los jóvenes y las personas con discapacidad. Es imprescindible que la sociedad tome conciencia de la gravedad de esta situación y trabaje conjuntamente para crear redes de apoyo y comunidades más inclusivas que ayuden a combatir la soledad no deseada.

Fuente: ccma.cat/324

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