El Maresme tiene razones para desconfiar de anuncios de inversiones en la movilidad de la comarca debido a las diversas promesas incumplidas en este ámbito. El caso más evidente es la transferencia del Estado a la Generalitat de la carretera N-II a su paso por la comarca, acompañada de unos supuestos 400 millones de euros, de los cuales no llegó ni una cuarta parte, a pesar de que en su momento, en 2010, se anunció con gran despliegue. Por este motivo, más de un alcalde ha fruncido el ceño cuando, en los últimos meses, se ha dado por hecho el proyecto del gobierno catalán, financiado por el Estado, de pacificar la carretera en el Maresme y construir seis nuevos accesos a la C-32 para convertirla en una autopista que conecte los municipios de la comarca entre sí con mayor fluidez.
Por esta razón, la consejera de Territorio, Esther Capella, se reunió ayer lunes en el Consejo Comarcal con los alcaldes del Maresme para asegurarles que esta vez sí se llevará a cabo el proyecto y que la inversión global prevista, de 384 millones de euros, se implementará hasta el último céntimo. Capella afirmó que la transformación de las carreteras de la comarca será "una realidad" porque el compromiso adquirido con el Estado en el marco de los acuerdos de investidura y los presupuestos "la obliga" a transferir el dinero a la Generalitat, que será la encargada de ejecutar las obras. Una situación diferente a la de hace una década y que, teóricamente, debería evitar que se pierdan por el camino los fondos comprometidos (solo llegaron 90 millones de los 400 comprometidos).

La consejera de Territorio, en la reunión al Maresme. Foto: ACN
La reunión de ayer sirvió para garantizar a los ediles que todos los anuncios en materia de movilidad en el Maresme se llevarán a cabo, pero poco más allá de lo que ya se sabía con respecto a las actuaciones en las vías maresmenses, ya que según fuentes presentes en la reunión, la consejera no presentó muchas novedades ni concreciones en el calendario respecto a las obras.
Pacificación de la N-II
Según detallan desde el departamento de Territorio, la inversión destinada a pacificar la N-II será de 80 millones de euros y, como ya se había informado, se utilizará para incorporar un carril bici segregado y ampliar las aceras, reduciendo además el número de carriles de la calzada y disminuyendo la velocidad máxima permitida, además de construir nuevas rotondas que favorezcan la seguridad y la conexión con los municipios. Es decir, convertir la carretera N-II en una calle más de cada municipio, desviando la mayoría del tráfico intercomarcal hacia la C-32. Además, se mejorará el diseño de las paradas de autobús, garantizando su accesibilidad, aumentando el espacio e implantando nuevas marquesinas para favorecer el servicio y la comodidad de los usuarios. Además, en las estaciones de tren, se potenciará la intermodalidad bus-tren con la creación de espacios que permitan regular el intercambio, así como la conectividad con las líneas de autobús de cada área.

Así quedará la N-II a su paso por el Baix Maresme
Las obras se llevarán a cabo en seis proyectos diferentes, tres garantizarán una vía ciclista en el Alt Maresme que dé continuidad por la carretera a los tramos del paseo marítimo y tres proyectos más de pacificación de la N-II según tramos. El más avanzado de todos es el del Baix Maresme, entre Cabrera y Montgat, que ya se detalló en Capgròs en este reportaje. Todos los proyectos están en redacción y se prevé aprobarlos progresivamente durante 2024, para la posterior licitación de las obras correspondientes.
Seis nuevos accesos a la C-32
En cuanto a la C-32, se destinarán 90 millones de euros para la construcción de seis nuevos enlaces, además de mejorar los existentes, con el objetivo de que la autopista sea mucho más permeable y permita una conexión más sencilla entre los municipios del Maresme, una vez que la N-II deje de ser la carretera intercomarcal. Se realizarán en Alella, Teià, Premià de Mar, Cabrils, Canet y Calella, y se completará el enlace de Llavaneres en dirección a Girona. Actualmente, la Nacional registra alrededor de 30,000 vehículos al día, una cifra que debe reducirse notablemente, desviándose hacia la autopista, una vez que se complete su pacificación. Una de las grandes incógnitas que quedan, en todo caso, es si la C-32 será capaz de soportar todo ese volumen extra de tráfico, que ya ha aumentado considerablemente debido a la eliminación de los peajes.

Un enlace de la C32 al Maresme: se harán seis más
Mejora del enlace con la C-60 y otros proyectos
Territorio también está trabajando en otros proyectos como la mejora del enlace con la C-60 en Mataró, la conexión con la N-II y el polígono industrial Vall de Gata-Draper, o la construcción de rotondas en vías de acceso a la autopista (BP-5002 en Alella, C-61 en Arenys de Mar y Arenys de Munt, o BV-5033 en Sant Andreu de Llavaneres). Además, se está procediendo al desmantelamiento de las antiguas áreas de peaje de la autopista, tanto en peajes troncales como laterales, que se adjudicarán próximamente y comenzarán a principios de 2024. En los espacios liberados, el Departamento prevé, entre otros usos complementarios a la red viaria, la instalación de parques solares, algo que también se hará en el túnel de la C-32 de Santa Susanna y en el de Parpers de la C-60, durante 2024.
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