Caldes d'Estrac
Caldes d'Estrac

Caldes d'Estrac apuesta fuerte por el patrimonio

Actualizado el Plan de Protección del Patrimonio, un documento normativo para proteger la memoria histórica del municipio que pone las bases para que la villa pueda continuar explicando su historia con dignidad y coherencia

Caldes de Estrac ha dado un paso firme para preservar su rico legado arquitectónico, histórico y ambiental. El Ayuntamiento, con el apoyo técnico y económico de la Diputación de Barcelona, ha impulsado la actualización del Plan especial de protección del patrimonio y su catálogo de bienes, una herramienta clave para garantizar la conservación de lo que hace única a esta pequeña villa termal.

Con un coste de 43.699,15 euros y un proceso de redacción de 15 meses, este Plan se ha desarrollado en paralelo con la tramitación del nuevo POUM (Plan de Ordenación Urbanística Municipal), lo que refuerza la estrategia de Caldes para integrar la preservación del patrimonio dentro de la planificación urbanística global. La iniciativa ha sido liderada por el Servicio de Patrimonio Arquitectónico Local (SPAL) de la Diputación de Barcelona e incluye no solo un catálogo detallado de bienes, sino también una normativa específica, planos, un estudio de paisaje y una carta arqueológica actualizada.

El nuevo plan no es solo un registro de piedras antiguas o fachadas bonitas: es una herramienta legal que permitirá al Ayuntamiento actuar frente a la degradación, las reformas inapropiadas o la pérdida de testimonios históricos. Además, establece diferentes niveles de protección para cada elemento catalogado, determinando qué intervenciones son posibles o cuáles deben ser especialmente cuidadosas.

Este instrumento normativo sienta las bases para que la villa pueda seguir explicando su historia con dignidad y coherencia. Como destacó el Ayuntamiento en el acto de presentación pública del Plan, celebrado el 4 de abril en la Sala Cultural, el objetivo final es que los vecinos y las futuras generaciones puedan disfrutar del patrimonio local, conociendo su valor y sintiéndose partícipes.

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Un patrimonio rico y diverso

El catálogo del Plan recoge 84 bienes protegidos, agrupados en varias categorías: arquitectónicos, socioculturales y etnológicos, arqueológicos y paleontológicos, naturales y ambientales-paisajísticos. Esta diversidad demuestra que el patrimonio no se limita a los edificios, sino que también abarca la memoria colectiva, el paisaje, la naturaleza y los usos tradicionales.

Entre los bienes arquitectónicos destaca el casco antiguo de la villa, con calles como la Mayor, del Medio o de la Iglesia, donde todavía se pueden ver ejemplos de arquitectura popular de los siglos XVIII y XIX. La villa de Dalt, o villa Vieja, se desarrolla en torno a la iglesia de Santa María del Remedio, otro elemento protegido. También cabe mencionar la Torre Verde y la torre de vigilancia de Can Busquets, testimonios de épocas en las que la defensa costera era una necesidad vital.

Una de las aportaciones más relevantes del catálogo es la incorporación de elementos modernistas y novecentistas de los siglos XIX y XX, relacionados con el veraneo de la alta burguesía barcelonesa y el nacimiento del turismo termal. Casas de veraneo con fachadas ornamentadas, jardines y porches testimonian este momento de esplendor y convierten a Caldes de Estrac en un pequeño museo al aire libre.

Caldes de Estrac. Foto: R.Gallofré
El casco antiguo de Caldes de Estrac. Foto: R.Gallofré

Patrimonio natural y arqueológico

El Plan no olvida el patrimonio natural y arqueológico, elementos a menudo olvidados pero fundamentales para entender la identidad de un territorio. En este sentido, se han revisado y actualizado los inventarios arqueológico y paleontológico, destacando elementos como el horno de las Escales del Fondo, Cal Nei, el yacimiento del cementerio o varios yacimientos subacuáticos.
En cuanto al patrimonio natural y paisajístico, el Plan protege espacios como el manantial de agua termal, el frente marítimo, el cerro de Caldes y el parque de Can Muntanyà, una zona verde emblemática que conecta naturaleza y cultura.

Caldes de Estrac. Foto: R.Gallofré

Caldes de Estrac. Foto: R.Gallofré

Una mirada transversal al territorio

El Plan de Protección no es solo una lista, sino un relato del municipio. Incluye una memoria histórica que contextualiza los bienes, un estudio de la evolución urbana, una normativa específica para cada elemento y un documento ambiental estratégico que enlaza con políticas de sostenibilidad y paisaje. Esta mirada integral ayuda a entender el patrimonio como un activo vivo: no se trata solo de conservar por conservar, sino de activar el patrimonio como recurso educativo, turístico y de cohesión social. La voluntad del Ayuntamiento es que este Plan no sea un documento cerrado, sino un punto de partida para proyectos de recuperación, difusión y participación ciudadana.

Con esta apuesta, Caldes de Estrac se posiciona como un ejemplo de gestión patrimonial consciente y con visión de futuro. En un momento en el que muchos municipios ven desaparecer elementos históricos ante la presión urbanística o la desmemoria colectiva, la villa termal ha optado por poner el freno, mirar atrás con respeto y planificar con responsabilidad.
 

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