Capgròs
Este 2025, El Casal de Llavaneres celebra medio siglo de vida. Cinco décadas de trayectoria que no solo hablan de la persistencia de una entidad cultural, sino de una verdadera historia colectiva de arraigo, compromiso y transformación social. Lo que empezó como una iniciativa modesta de un grupo de familias con ganas de compartir espacios y actividades con la infancia, se ha convertido hoy en un pilar fundamental del tejido asociativo y cultural del pueblo.
Corría el año 1975 cuando un pequeño grupo de familias llavanerenses detectó una necesidad clara: faltaba un espacio donde realizar actividades lúdicas, culturales y educativas para niños y familias. La respuesta no tardó en llegar. Con espíritu comunitario y muchas ganas de hacer pueblo, aquellas familias empezaron a organizarse y, rápidamente, pusieron en marcha el primer casal de verano. La respuesta fue tan positiva que, solo un año después, la entidad daba un paso clave: la adquisición de la casa que aún hoy es su sede. El proyecto había tomado forma, y el voluntariado se convertía en el auténtico motor del Casal.
Desde entonces, El Casal no ha dejado de crecer ni de generar vínculos. Su capacidad para crear e impulsar iniciativas ha sido clave para la vida del municipio. Desde la Escuela de Música hasta la Colla de Gegants, pasando por las Olimpiadas Populares, la Flama del Canigó o la Verbena de San Juan, muchas de las tradiciones y eventos que hoy forman parte del calendario festivo de Llavaneres tienen su origen —o el apoyo activo— del Casal.
“El Casal no es solo una entidad: es una forma de hacer pueblo, de compartir cultura, de generar comunidad”, afirman desde la junta actual. Una afirmación que se confirma en cada acto organizado, en cada nueva generación que se implica y en cada proyecto que nace de su seno. Hoy, El Casal funciona como una entidad multifacética, estructurada en secciones que abarcan desde la cultura y el deporte hasta las tradiciones populares y el trabajo con familias. Esta organización permite llegar a un público muy amplio y mantener una actividad constante durante todo el año. El teatro, los conciertos, el ciclo de cine Gaudí, la Marcha Popular o las salidas de los Diables y Gegants son solo algunas de las propuestas que llenan el calendario de El Casal.
Además, proyectos como El Pal de Paller —que nació como revista crítica y ha renacido en formato de pódcast— demuestran la capacidad de la entidad para adaptarse a los nuevos tiempos y hablar el lenguaje de las nuevas generaciones.
La fuerza del relevo generacional
Uno de los elementos que hacen de El Casal un caso de éxito es su relevo generacional. A diferencia de lo que ocurre con muchas entidades culturales, el Casal no solo ha mantenido su actividad, sino que ha sabido implicar a la juventud de forma natural. Hijos y nietos de los socios fundadores lideran hoy proyectos, forman parte de la junta y aportan una mirada renovada, pero fiel a los valores fundacionales.
Esta continuidad generacional se traduce en una entidad viva, diversa y con capacidad de proyección. “Los jóvenes no solo participan: toman el timón con responsabilidad e ilusión”, destacan desde la organización.
Retos y oportunidades de futuro
Como toda entidad con trayectoria, El Casal de Llavaneres también debe afrontar retos. El mantenimiento del edificio modernista, la reforma de la Sala Polivalente, la estabilidad económica y la consolidación del relevo son objetivos clave para garantizar su continuidad. Pero también hay oportunidades: reforzar el papel del Casal como espacio de encuentro y cohesión social, ampliar las colaboraciones con otras entidades y seguir siendo un referente de cultura arraigada y transformadora. “Dentro de 20 años queremos seguir siendo un espacio abierto, acogedor, con una programación de calidad y que continúe haciendo pueblo. Pero también queremos crecer, llegar a más gente, y convertirnos en una escuela de ciudadanía activa y comprometida”, explican desde el Casal.
Para celebrar estos 50 años, El Casal ha preparado una programación especial que se extenderá a lo largo de todo 2025. Entre los actos destacados están la jornada de presentación de los Gigantes restaurados (20 y 21 de junio), un concierto de gala con cobla (13 de junio) y una exposición permanente de cultura popular. Esta última coincidirá con la restauración íntegra de los gigantes viejos, que también celebran 40 años de vida.
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