Capgròs
Fomentar la reutilización de los libros, evitar que se tiren estando en buen estado, promover el reciclaje cultural a través del intercambio y ofrecer una alternativa al abandono de estos volúmenes o a los intentos de cesión, a menudo infructuosos, a bibliotecas y otras instituciones. Estos son los objetivos de la sencilla fórmula que se está aplicando en un municipio del Maresme: unas casetas de intercambio de libros, pequeñas instalaciones en el espacio público que permiten dejar libros usados y llevarse otros.
Esta iniciativa se ha aplicado recientemente en Cabrera de Mar, donde el Ayuntamiento ha instalado dos casetas: una frente a Can Martinet y otra en el Centro Cívico del Pla de l’Avellà. Ambas están pensadas para que cualquier vecino o vecina pueda participar de manera libre y responsable. El modelo también busca ofrecer una alternativa sostenible al abandono de libros en la vía pública o en los contenedores.
Qué libros se pueden dejar en las casetas
Las casetas están destinadas a libros de lectura en buen estado, pero no se pueden dejar libros de texto, enciclopedias ni grandes volúmenes de donación. En estos casos, se recomienda acudir a entidades sociales que recogen libros con fines específicos. También se pide no dejar ningún libro fuera de las casetas.
Aunque muchas personas optan por llevar libros usados a las bibliotecas públicas, la realidad es que estas no siempre pueden aceptarlos. La mayoría solo admite documentos relacionados con la colección local o fondos especializados, y a menudo rechazan libros de texto, enciclopedias o volúmenes en mal estado. Las casetas de intercambio acaban siendo, por tanto, una solución práctica y replicable que da una nueva oportunidad a los libros y fomenta la lectura compartida.
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