Un viverista lanzando parte de la producción al estercolero. Foto: ACN
Un viverista lanzando parte de la producción al estercolero. Foto: ACN

capgros.com / ACN

Coronavirus: el sector de la flor y planta, clave en el Maresme, prevé pérdidas millonarias

Muchos viveristes han empezado ya a tirar la producción en estercoleros improvisados junto a los cultivos ante la imposibilidad de vender

El Gremio de Viveristes de Cataluña calcula que las pérdidas al sector como consecuencia de la parada de la actividad por el estado de alarma por la epidemia de Coronavirus llegará, como mínimo, a los 69,5 MEUR. Los datos corresponden al impacto real de las tres primeras semanas de marzo (14,MEUR) y a la estimación hasta finales de abril (54,8 MEUR). El sector vive ahora su temporada más fuerte y para muchos viveros la facturación de los meses de primavera supone el 70% de la facturación anual, que ahora se perderá. Muchos viveristes han empezado ya a tirar la producción en estercoleros improvisados junto a los cultivos ante la imposibilidad de vender. Todo y el llamamiento al consumo de flor y planta a través de internet, la capacidad de venta online del sector es apenas anecdótica.

"Aunque nos digan que podemos vender online, por los nuestro volumen de cultivo es imposible", asegura Xavi Gaxas un importante viverista del Maresme, en declaraciones a la ACN. "Estamos tirando toda la planta e intentamos mantener el vivero con un mínimo de personal, esperando a ver si plantamos o no las siguientes campañas". La situación que describe la viven la inmensa mayoría de viveristes. El sector está viviendo una de sus peores crisis. Acostumbrados a importantes "batzegades" en forma de heladas, abanicadas, sequías o el último temporal Glòria, el día siguiente del coronavirus lo ven todavía más complicado: "Nos tendremos que hacer pequeños para salir adelante", explica Gaxas.

"La gente está en casa y ahora es el momento de poder disfrutar de las plantas a casa, pero también entendemos que la gente se tiene que quedar en casa y no puede salir a comprar"

Además de la pérdida total de la producción de la primavera, este viverista de Vilassar de Mar dice que ha anulado muchos pedidos de esquejes para las campañas de verano, ante la incertidumbre que provoca la actual situación. "Ya veremos donde acabaremos", comenta decepcionado Xavi Gaxas. El sector factura los meses de primavera el 70% del total del año. En algunos casos, hay viveros que llegan también al 90%. "La gente está en casa y ahora es el momento de poder disfrutar de las plantas a casa, pero también entendemos que la gente se tiene que quedar en casa y no puede salir a comprar. Es un pescado que se muerde la cola", se lamenta el viverista

A la finca de Gaxas, como en otras muchas "han entrado cero euros a la caja" desde el primer día del estado de alarma. Según datos del Gremio de Viveristes, las semanas previas a la declaración del estado de alarma la facturación en el conjunto del sector era de unos 6,5 MEUR. La primera semana de confinamiento, del 16 al 22 de marzo, la cifra cayó hasta el millón de euros. Aquella misma semana, el año pasado el sector facturó 9,8 MEUR, el que supone una caída de las ventas del 90%. Sólo el valor de las plantas destruidas aquellos días fue de 1,2 MEUR. La valoración del sector indica que a finales de abril, las pérdidas serán ya de 69,5 MEUR, una cifra que podría ir en aumento en función de las prórrogas del estado de alarma.

Un impacto similar entre los floricultors

Quien también está sufriendo las consecuencias del cierre del mercado son los floricultors. En algunos casos, igual que pasa con la planta, lo pierden absolutamente todo. "Cada bulbo que pareces produce una flor y si no la vendes lo pierdes todo: la flor y la inversión de la empresa", explica a la ACN Eduard Coll, productor de liliums. En otro tipo de cultivos la situación es un poco diferente, como la rosa. Los rosales producen rosas periódicamente y el impacto es un poco menor. Con todo, Cuello asegura que la situación del sector es desoladora: "Hace casi un mes que no ingresamos ni un euro. Todo el que estamos cosechando lo estamos tirando". Igual que los viveros de planta, los floricultors afirman que la venta por internet es muy limitada. Coinciden también al apuntar que el gran enemigo es ahora la incertidumbre: "No sabemos cuando se acabará y el confinamiento seguramente se alargará". Además, el que no se venda ahora, asegura Cuello, impactará muchos meses porque la venta en verano "queda bastante parada".

Iniciativas para reactivar el consumo

Todo y la dramática situación que describen los productores, la crisis ha hecho aparecer algunas iniciativas como la de la start-up Colvin, una floristería online que estos días sigue comprando flores a una quincena de productores del Maresme para evitar que se pierdan. "No sólo las echaban sino que las venían a mínimos históricos", explica al ACN uno de los cofundadores de la empresa, Sergi Bastardas. Una parte de las flores que adquieren se destina en el catálogo de la empresa, que sigue operando al tratarse de una e-commerce. Bastardas afirma que los pedidos en linea durante el confinamiento han experimentado un "aumento relevante", a pesar de que el porcentaje es "fluctuando" cada semana. La iniciativa se ha replicado en otros punto del Estado, como Andalucía, donde la suspensión de la Semana Santa también ha dejado un excedente muy importante.

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La otra parte del producto que adquieren va destinada a la iniciativa 'Flowers for Heroes'. Colvin pide a sus seguidores en las redes sociales que propongan un destinatario de ramos de flores a quienes estos días luchan "a primera línea" contra el coronavirus y la empresa selecciona diez diarias. En menos de una semana se han recibido un millar de propuestas y en la mayoría de casos se envían a hospitales y comisarías de policía. Uno de los productores que trabaja con Colvin es el productor de Vilassar de Mar, Josep Maria Vives, propietario de Viveros Vives. Aplaude la iniciativa de la empresa puesto que en su caso, a pesar del estado de alarma, las ventas han pasado de un 4% o 5% hasta el 20%. El resto de la producción, pero, como en la mayoría de casos, no la podrá comercializar.
 

 
 
 

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