Imagen de archivo del Pleno de investidura de Elisabeth Segura como nueva alcaldesa de Caldes d'Estrac. Foto: Cedida
Imagen de archivo del Pleno de investidura de Elisabeth Segura como nueva alcaldesa de Caldes d'Estrac. Foto: Cedida

Crisis política en Caldes d'Estrac: el gobierno, en minoría después de la expulsión de una concejal

La ruptura con la regidora Marta Romero, que seguirá como no adscrita, sacude la estabilidad del Ayuntamiento de Caldes d'Estrac, que mantiene el pacto de gobierno entre Gent d'Estrac y Junts per Caldes

Caldes d’Estrac ha vivido esta semana una profunda sacudida política con la expulsión de la concejala Marta Romero del gobierno municipal, hecho que deja al ejecutivo local en minoría en el Pleno. El asunto se desencadenó en la sesión celebrada el pasado lunes 28 de julio, cuando Romero votó en contra de un punto clave sobre la planificación y ordenación del personal municipal, rompiendo la disciplina de voto de su grupo, Gent d’Estrac (GdE).

En un comunicado oficial hecho público al día siguiente, el gobierno, formado por GdE y Junts per Caldes (JxC), explicaba que Romero anunció su postura discrepante solo media hora antes del pleno, y que su actuación no había sido acordada por el grupo. “Su voto no respondía a la decisión del conjunto del Grupo, sino que era únicamente suyo”, recalcaba Albert Batlle, portavoz de GdE, quien añadía que “concejales de GdE han participado durante meses en la negociación con los representantes de los trabajadores municipales hasta alcanzar el consenso necesario”.

El Ple d'investidura d'Elisabeth Segura com a nova alcaldessa de Caldes d'Estrac. Foto: Cedida
Albert Batlle y Beth Segura han salido al paso de la crisis. Foto: Cedida

 

A pesar de la discrepancia, el punto fue aprobado con los votos del resto de concejales del gobierno, pero la fractura se consideró grave. El martes 29 de julio, GdE acordó expulsar a Romero de su grupo municipal, alegando desavenencias sostenidas y una “escasa implicación en las tareas de gobierno”. Paralelamente, la alcaldesa Beth Segura (JxC) retiró las competencias delegadas a la concejala, dejando claro que Romero ya no forma parte del ejecutivo. En declaraciones públicas, Segura confirmó que la decisión “ha sido consensuada entre GdE y JxC, en virtud del pacto de legislatura”, y subrayó que “la transparencia y las normas de buen gobierno son uno de los principios fundamentales de la actividad pública de las personas que integramos el gobierno”.

Albert Batlle, en la misma línea, afirmaba que la votación del lunes solo había sido “la última gota” de un conflicto latente: “No es resultado estricto de la discrepancia evidenciada en la votación del Pleno, sino que responde a una reiterada mala práctica de la concejala a pesar de varios intentos de reconsideración y compromisos de rectificación”. Batlle admitía también que “ha sido una decisión muy dolorosa que nunca hubiéramos imaginado tener que tomar”, pero que era necesario preservar “los valores y objetivos políticos” que habían llevado a GdE a las elecciones.

El gobierno local pasa ahora a tener solo cuatro concejales de los nueve del Pleno municipal, hecho que deja a GdE y JxC en minoría y abre un escenario de incertidumbre sobre la gobernabilidad de Caldes d’Estrac para los próximos dos años de mandato. Fuentes municipales apuntan que será necesario explorar alianzas puntuales o renegociar apoyos para evitar bloqueos.

Romero és ara regidora no adscrita
Romero es ahora concejala no adscrita


La respuesta de Marta Romero

La concejala expulsada ha difundido su propio comunicado, donde expresa su “sorpresa” y “tristeza” por la situación y defiende su derecho a discrepar. Romero asegura que las decisiones que ha tomado han sido motivadas por “la voluntad de servir a Caldes con honestidad, transparencia y responsabilidad” y que “discrepar en democracia no es un delito, sino una expresión legítima del pensamiento propio”. En cuanto al voto en el Pleno del 28 de julio, Romero afirma que fue “una opción consciente y responsable” y que no se trató de un acto improvisado: “Considero que una decisión de esta importancia requiere el máximo rigor y transparencia, y por coherencia con mis convicciones voté en consecuencia”.

Sobre su expulsión, Romero denuncia falta de procedimiento y ausencia de comunicación formal: “Nadie me ha comunicado formalmente mi expulsión del partido ni del grupo municipal”, afirma. También critica el tono del comunicado del gobierno, que considera ofensivo y descalificador, y responde con contundencia: “Las únicas noticias falsas y sin rigor han sido publicadas tanto desde Gent d’Estrac como desde el mismo gobierno municipal en relación con mi persona”.

Romero deja claro que no tiene intención de dejar el acta de concejala: “Mi credencial no pertenece a ningún partido, sino a los vecinos y vecinas que con su voto me otorgaron la confianza”. Con este gesto, se mantendrá como concejala no adscrita hasta el final del mandato y asegura que continuará trabajando “con plena responsabilidad e independencia”.

Un mandato en suspenso

Con este escenario, Caldes d’Estrac se encuentra con un gobierno en minoría y una oposición reforzada por la presencia de una nueva concejala independiente. La situación obliga al equipo de gobierno a repensar su estrategia política y a buscar nuevos equilibrios para garantizar la gobernabilidad.

Las noticias más importantes de Mataró y Maresme, en tu WhatsApp

  • ¡Recibe las noticias destacadas en tu móvil y no te pierdas ninguna novedad!
  • Entra en este enlacehaz clic en seguir y activa la campanita

Archivado en:

Comentarios