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Barcas en la playa del pueblo más bonito del Maresme según la IA

Vern Bueno Casas

Cuál es el pueblo más bonito del Maresme? Y el más feo? Responde la IA

ChatGPT no tiene problema al responder claramente a la primera pregunta pero matiza mucho en el caso de la fealdad

Decidir cuál es el pueblo más bonito —o el más feo— del Maresme puede parecer un ejercicio arriesgado. Es, de hecho, una cuestión profundamente subjetiva y depende de los ojos que miran. Pero si trasladamos la pregunta a una inteligencia artificial y le pedimos que responda con criterios objetivos como el paisaje, el patrimonio, la conservación del casco antiguo y la percepción popular, la máquina no se achanta. ChatGPT, el sistema creado por OpenAI, ha ofrecido una respuesta clara y argumentada... sobre todo en el caso del pueblo más bonito.

Según esta valoración automatizada, el municipio que mejor sintetiza el encanto del Maresme es Sant Pol de Mar. Lo describe como una “estampa de postal mediterránea”, con casas blancas, calles estrechas, playas limpias y una atmósfera relajada. Un lugar que ha cautivado a artistas y veraneantes, y que destaca también por su patrimonio —como la iglesia de Sant Pau— y las vistas desde el cerro.

Sant Pol de Mar, el municipio elegido

Entre las alternativas bien posicionadas también aparecen Arenys de Mar, por su puerto, el cementerio modernista y el aire marinero, y Alella, por su entorno vinícola y las casas señoriales que lo hacen singular.

¿Y el pueblo más feo?

Ahora bien, cuando se le pide a la IA que señale cuál es el pueblo más feo de la comarca, el tono cambia. Aquí no hay una afirmación tan tajante. ChatGPT admite que “Pineda de Mar o Premià de Mar podrían salir en algunas conversaciones”, pero lo hace con muchas más matizaciones y precauciones.

¿Los motivos? Algunos de estos municipios, explica, sufren la falta de un casco antiguo bien conservado o bien han crecido urbanísticamente de manera desordenada durante décadas, especialmente durante el franquismo y la posguerra. Esto ha dejado zonas más grises o con menos encanto visual, especialmente en su centro urbano.

Esto no quiere decir, puntualiza, que no tengan valores propios: “De hecho, muchos de estos municipios tienen playas fantásticas, mucha vida comunitaria y proyectos culturales interesantes”, remarca la IA.