El Maresme crea una oficina de control y regulación de pisos turísticos

El Consejo Comarcal del Maresme (CCM) está poniendo en marcha una oficina de control y regulación de las viviendas de uso turístico de la comarca. En los últimos cuatro años, estos alojamientos se han triplicado y han pasado de los 1.344 pisos censados el 2015 a los 3.677 que hay actualmente. Aún así, desde el ente comarcal aseguran que la oferta ilegal existente hace que esta cifra sea, a la práctica, "muy superior". Es por eso que el CCM quiere ayudar los ayuntamiento a "hacer aflorar" toda la oferta ilegal existente –especialmente a los municipios con menos infraestructura administrativa– y "poner orden" en la actividad. En este sentido, el CCM quiere impulsar una ordenanza común que fije la limitación de la actividad a cada municipio y establezca una estrategia conjunta para evitar que se genere un "efecto dominó" que provoque que la problemática se vaya desplazando de pueblo en pueblo.

Desde la Asociación de Apartamentos Turísticos de Barcelona (Apartur) aplauden la lucha contra la economía sumergida, pero avisan que la regulación del sector se tiene que hacer de manera "ordenada" y que permita un "crecimiento sostenible" de la actividad de manera "coherente" con el resto de modalidades de alojamiento. "No es puede limitar el turismo sólo con los apartamentos y dejarlo crecer por otras bandas", afirma la ninguno de relaciones institucionales de la patronal, Silvia Pastor.

En este sentido, Pastor afirma que desde Apartur se vela por un modelo turístico que en su conjunto sea "compatible" con el uso residencial y apuestan porque la regulación de cada municipio se haga un golpe estudiada la "capacidad turística" de cada territorio. En el que no hay ningún tipo de fisura con la administración, defiende, es en la lucha contra la ilegalidad: "Es básico y esencial. No podemos jugar en ligas diferentes".