Visitando a una de las Villas Florecidas
Visitando a una de las Villas Florecidas

Redacció

El Maresme es la comarca con más Viles Florides

19 municipios del Maresme reciben el reconocimiento en sus espacios verdes urbanos y ajardinados que se entregan anualmente

El Maresme sigue siendo la comarca más florecimiento, con mejores jardines y espacios verdes de todo Cataluña. No es una afirmación banal, es el que acredita que sean 19 los municipios que tienen distinciones del proyecte Viles Florides (Villas Florecidas).

Qué son las Villas florecidas? El movimiento impulsado por la Confederación de Horticultura Ornamental de Cataluña (CHOC) impulsa las Flores de Honor que acreditan el municipios que las recibe como Vila Florida. Son los reconocimientos a los municipios que trabajan para la mejora de sus espacios verdes urbanos y ajardinados.

El 16 de octubre se entregaron las Flores de Honor de este año, que ha supuesto la entrada de Andorra con tres de sus parroquias al programa y un total de 142 municipios reconocidos. De estos, 19 están en el Maresme.

Las villas florecidas

Un total de 19 municipios de la comarca están reconocidas actualmente como Viles Florides:

  • Alella
  • Arenys de Mar
  • Arenys de Munt
  • Argentona
  • Cabrera de Mar
  • Cabrils
  • Caldes de Estrac
  • Calella
  • Malgrat de Mar
  • Pineda de Mar
  • Premià de Dalt
  • Sant Andreu de Llavaneres
  • Sant Vicenç de Montalt
  • Santa Susanna
  • Teià
  • Tiana
  • Tordera
  • Vilassar de Dalt
  • Vilassar de Mar.

Entre los municipios catalanes que encabezan el ranking de Villas Florecidas hay Malgrat de Mar con 4 Flores de Honor. El jurado puede puntuar con hasta cinco Flores de honor.

Cómo ser Vila florecida

Los promotores de esta iniciativa explican que el jurado de Villas Florecidas tiene en cuenta a la hora de valorar cada municipio aspectos como el patrimonio vegetal y paisajístico: la relación entre el espacio verde y el número de habitantes, la relación entre los recursos destinados al mantenimiento y la superficie verde y ajardinada, la diversidad floral, la funcionalidad de los espacios verdes, la integración paisajística, la singularidad de los espacios, el estado de mantenimiento, la existencia de un inventario de patrimonio vegetal, la calidad de los suministros vegetales, la selección de especies o la estética. También el respeto por el medio ambiente y la sostenibilidad a través de variables como la gestión del agua, los programas de control de plagas y enfermedades, la limpieza y gestión de residuos, o la calidad de mobiliario urbano.

 

 

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