La pareja sentimental y el hermano del hombre muerto a tiros en la urbanización Sant Daniel de Tordera en 2022 han señalado que la víctima podría haber robado marihuana a los acusados días antes del crimen. Lo han explicado en la segunda sesión del juicio con jurado que se celebra en la Audiencia de Barcelona. La mujer ha relatado que un amigo de la víctima le habló de la existencia de una plantación en Caldes de Malavella y le propuso robarla. "Si eso llegó a pasar o no, yo no lo sé", ha comentado. Sin embargo, el hermano del difunto ha reconocido que la mujer le contó que días antes del asesinato, la víctima y el propietario del inmueble donde tuvo lugar el crimen "habían ido a 'dar un golpe' en Caldes de Malavella, pero les salió mal".
La novia de la víctima ha asegurado que el hombre trabajaba en una farmacia de Caldes de Malavella, pero que, además, “estaba metido en cosas en las que no debía estar”. A preguntas de la fiscal, ha relatado que “se encargaba de mover droga procedente de cultivos de marihuana y que ayudaba a venderla”.
En este sentido, ha explicado que días antes del crimen, un conocido del difunto le llamó y le contó que desde su domicilio en Caldes de Malavella se veía una plantación de marihuana que podían robar. Aunque la mujer ha dicho que no sabe con certeza si esa acción llegó a llevarse a cabo, sí ha manifestado que su pareja tenía una habitación en casa cerrada con llave donde cultivaba plantas: “Me dijo que mientras fueran esquejes era legal”, ha señalado.
Además, el hermano de la víctima, que también ha declarado en la sesión de este martes, ha comentado que la pareja del difunto le confesó que este y un amigo suyo fueron a Caldes de Malavella “a dar un golpe" y llevarse cinco bolsas de marihuana, pero que el golpe "les salió mal”. Sin embargo, ha reconocido que hacía años que no tenía relación con su familiar porque “cada uno había hecho su vida por su lado”.
Bolsas de basura y una furgoneta sospechosa
En otro orden de cosas, la pareja de la víctima durante más de un año, ha dicho que el día antes del crimen vio una furgoneta “sospechosa” aparcada fuera del edificio donde vivía su pareja: “Estaba en la piscina de la zona comunitaria y comentamos con otros vecinos que era extraño que el vehículo estuviera allí”, ha manifestado. Al mismo tiempo, comentó que el conductor era una persona “de piel oscura”.
Sobre el día en que ocurrieron los hechos, ha explicado que se encontraba en casa de su novio con su hijo, en un inmueble ubicado en el tercer piso del edificio. “Lo último que me dijo fue que subía a casa de Alfonso – el amigo y vecino de la víctima que era el propietario del piso donde tuvo lugar el crimen – porque quería que le cuidara el perro mientras él iba al gimnasio”, ha relatado. Así, ha señalado que mientras estaba en el balcón del inmueble desayunando con su hijo, vio la misma furgoneta negra que había visto el día anterior. "Dos personas de piel oscura bajaron del vehículo y entraron en el edificio, y cinco minutos después comenzó el alboroto”, ha afirmado.
La mujer oyó “gritos y golpes como si se estuvieran matando”. Así, ha relatado que en un momento dado su hijo la avisó de que alguien “estaba tirando bolsas de basura llenas de algo por el balcón”. Al mismo tiempo, apuntó que escuchó ruidos de “petardos o disparos” y describió que la intensidad de estos varió: “No sé si porque primero eran dentro del piso y después en el rellano”, sugirió.
Añadió que el amigo de su pareja no paraba de gritar "llamad a la policía" y que luego vio cómo los hombres de piel oscura huían a toda prisa y subían a la furgoneta negra, que tenía el motor encendido. De hecho, explicó que tuvo tiempo de grabar el vehículo y dijo que pudo entregar las imágenes a los Mossos, quienes poco después detuvieron a los acusados a la altura de Mataró.
Según la mujer, cuando decidió subir al domicilio del amigo de su pareja para saber qué había pasado, se encontró con "una película de terror". Primero vio al perro de su pareja herido y, a poca distancia, el cuerpo de la víctima “destrozado”. “Todo estaba lleno de sangre”, recordó.
Por su parte, la madre de la víctima compareció brevemente ante el juez este martes. Evitó responder a las preguntas sobre las posibles actividades “ilícitas” a las que podría haberse dedicado su hijo. “Él hacía deporte y culturismo”, comentó la mujer, quien reclamó una indemnización por los daños morales sufridos.
Penas de 27 años de prisión
Según el escrito del ministerio fiscal, a consecuencia de los hechos, la víctima sufrió una perforación de pulmón con hemotórax bilateral por arma de fuego que le causó la muerte. El perro del fallecido también resultó gravemente herido y tuvo que ser intervenido. Además, le amputaron una falange y una uña.
Además, durante el transcurso de la discusión, uno de los acusados habría golpeado al amigo de la víctima y propietario del inmueble donde ocurrieron los hechos con una katana que llevaba encima.
Por todo ello, los cuatro procesados están acusados de un delito de asesinato con propósito de cometer otro delito; uno de tentativa de robo con violencia en una casa habitada y uso de armas; uno de maltrato a un animal doméstico con uso de armas peligrosas; y uno de tenencia ilícita de armas. Además, el hombre que hirió con una katana al propietario del piso también está imputado por un delito leve de lesiones.
El ministerio fiscal y la acusación solicitan penas de prisión de hasta 27 años. También reclaman indemnizaciones de 150.000 euros para los padres de la víctima y de 90.000 euros para el hermano. Además, solicitan que el procesado que agredió al amigo de la víctima lo indemnice con 675 euros por las lesiones causadas.
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