El Ayuntamiento de Alella (Maresme) trabaja para modificar el Plan Parcial de La Miralda, uno de los proyectos urbanísticos más importantes del sur del Maresme, aprobado inicialmente en 2022 y detenido a finales de 2023, de común acuerdo con los propietarios. El alcalde, Marc Almendro, explica a la ACN que el objetivo es "perfeccionar" la planificación para que "encaje mejor" con las necesidades y objetivos del municipio. En este sentido, el proyecto actual prevé que las antiguas parcelas agrícolas de La Miralda se conviertan en dos grandes superficies comerciales, un hotel, 66 viviendas y edificios de oficinas con alturas de hasta cinco plantas. La intención del consistorio es minimizar la edificabilidad y potenciar los espacios verdes. Reducir la superficie comercial, revisar las alturas y eliminar el uso hotelero son las prioridades.
A pesar de los quebraderos de cabeza que ahora supone para el Ayuntamiento tener que afrontar la gestión de una modificación urbanística como esta, el alcalde justifica a sus predecesores y admite que en política urbanística es imposible trabajar en el tiempo presente. "Se hacía como previsión de futuro".
Almendro dice que ahora existe la "oportunidad" de valorar qué debe suceder en el municipio en "un tiempo más inmediato". La revisión del plan parcial, por tanto, pretende "mejorar" la planificación con la prioridad de servir de la mejor manera posible los "objetivos públicos" del pueblo. "Queremos que el espacio público que se genere sea el centro de todo", afirma.
En este sentido, el Ayuntamiento de Alella quiere que La Miralda se convierta en un nuevo "pulmón verde" y un nuevo "punto de socialización" del municipio, en detrimento de determinados beneficios que la actual planificación otorga a los propietarios privados: "En La Miralda no son necesarios los usos hoteleros y también queremos disminuir la superficie comercial y las alturas de los futuros edificios".
¿Cómo se ha llegado hasta aquí? Hasta que no se acuerde una nueva definición, el Plan Parcial aprobado prevé 3,3 hectáreas de superficie para edificios de hasta cinco pisos para oficinas, centros comerciales, un hotel o restauración. También se prevé hasta un máximo de 66 viviendas. La contrapartida es que habría 8 hectáreas, de un total de 12 hectáreas, que pasarían a ser de titularidad pública, incluida la masía que se alza en La Miralda.
Esto ocurriría en unos terrenos que habían sido históricamente campos de cultivo, pero que están enmarañados desde los años 60, cuando los últimos campesinos dejaron de trabajar en ellos. La recalificación de hace diez años y el posterior Plan Parcial que harían posible la transformación del espacio se explican por dos grandes motivos.
Desde el consistorio recuerdan que el Plan Territorial Metropolitano "dibuja" sobre La Miralda una "nueva centralidad" en el municipio, que incluiría una futura estación de tren en el hipotético caso de que el eterno debate sobre el traslado de la línea de Cercanías R1 hacia el interior se pudiera resolver algún día. El POUM, justifica el gobierno municipal, tenía que dar respuesta.
El otro elemento para entender las posibilidades urbanísticas de La Miralda es la descalificación del Valle de Rials. Según el POUM de 1987 en este otro lugar se preveía un polígono industrial, pero con la planificación de 2014 se pudo 'salvar' el gran pulmón verde de Alella. A cambio, se creó un nuevo espacio de desarrollo económico en La Miralda.
El planteamiento actual, sin embargo, es muy diferente. La idea del polígono industrial ha quedado enterrada y las posibilidades actuales permitirían la creación de un pequeño "parque empresarial". En este sentido, el Ayuntamiento de Alella tiene firmado un "protocolo de intenciones" con el TecnoCampus Mataró-Maresme y con el hospital de Can Ruti para explorar caminos juntos en el futuro.
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