De los 52 kilómetros de playa que tiene el litoral del Maresme, solo 3,7 son libres de humo, un 7,1 %. Se trata de 150 metros de la playa de Ocata, al Masnou; de 80 metros de la playa de los Pescadores de Pineda de Mar y de 250 metros de la playa del Poblenou, también a Pineda de Mar; de los 225 metros de la playa de las Escaletes de Sant Pol de Mar, y de los 3 kilómetros del conjunto de playas de Calella. De todos estos tramos, solo en el caso de Calella la prohibición de fumar en la playa puede comportar sanciones, de hasta 500 euros, gracias a una modificación del Ordenanza de Convivencia y Vía Pública que ha hecho recientemente el consistorio. En el resto de casos se trata de "recomendaciones" a los usuarios para propiciar espacios saludables.
Esto deja un total de doce municipios de costa del Maresme sin ningún tipo de referencia a la relación entre el tabaco y la playa. El impacto, pues, es todavía muy pequeño, pero el verano pasado el dato era todavía más exigua, puesto que solo el Masnou y Pinar, con la playa de los Pescadores, contaban con espacios libres de humo. Era el 0,4 % del litoral.
El teniente de alcalde de Salud de Pineda de Mar, Santiago Macip, dice que hay "suficientes evidencias" sobre las maldades del tabaco cómo para poder tomar medidas cómo estas, que van orientadas a proteger la población no fumadora, y especialmente a los más vulnerables. "Si alguien quiere fumar puede salir un momento de la arena, hacer el pitillo y volver", ha espetado.
Además de cuestiones sanitarias, también el Ayuntamiento de Sant Pol de Mar alude al impacto nocivo que puede tener el tabaquismo para el medio ambiente. "Muchos de los residuos que acaban al mar sueño las colillas de los pitillos que se generan en la playa", explica el alcalde, Albert Zanca. El teniente de alcalde de Sostenibilidad de Calella, Albert Torrente, recuerda, además, que se trata de residuos "difíciles de eliminar".
Los municipios quieren ahora revertir tendencias en este sientat, a pesar de ser conscientes de la complejidad que supone aplicar prohibiciones "difíciles de hacer cumplir". Para el alcalde de Sant Pol de Mar, el éxito de la medida vendrá dado por la implicación y la presa de conciencia de la ciudadanía: "La gente tiene que entender el motivo por el cual se hace". De otra manera, asegura, será difícil que funcione.
Multas de hasta 500 euros a Calella
Con todo, todavía son pocos los ayuntamientos que han optado por esta vía y tampoco todos lo hacen con la misma contundencia. En los casos del Masnou, Sant Pol de Mar o Pineda de Mar, la prohibición es en realidad una recomendación porque los ayuntamientos no lo han incorporado a sus ordenanzas y, por lo tanto, no hay ningún régimen sancionador asociado.
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