El exalcalde de Sant Andreu de Llavaneres (Maresme) por CiU y actual regidor no adscrito a la oposición, Bernat Graupera, ha sido condenado a trece meses de prisión y trece más de inhabilitación por un caso de mobbing. El exalcalde, además, tendrá que indemnizar con 10.000 euros el funcionario que lo denunció, el exdirector de Urbanismo del Ayuntamiento, Hugo Roldan. Según el juez, Graupera lo apartó "" del trabajo con voluntad de "degradarlo moralmente". La sentencia, a la cual ha tenido acceso el ACN, destaca que las decisiones del alcalde sueño injustificadas y demuestran "el intento de humillar el trabajador". El juez añade que esta actitud "se contradice con los valores que se le exigen a un alcalde".
El Juzgado Penal número 1 de Mataró condena Graupera por un delito contra la integridad moral de un trabajador, si bien lo exime del delito de coacciones y amenazas que también denunciaba la acusación. El juez entiende que las explicaciones que dieron los testigos durante el juicio del pasado 24 de septiembre son "persistentes, verosímils, concisas y lógicas" con una secuencia de hechos que "corrobora" la versión del trabajador.
En este sentido, el juez pone ènfasi en el hecho que incluso una trabajadora que declaró a petición expresa de la defensa va reconeixer que el alcalde le dio órdenes de no pasar ninguna llamada a quién había sido ninguno del área de Urbanismo del Ayuntamiento.había, según resuelve el juez, una "voluntad manifiesta de apartar Hugo Roldan de sus funciones, manteniéndolo inactivo y asignándole tareas estériles".
Por el magistrado esta es una "evidencia" de la voluntad de la alcade de "degradar laboralmente y moralmente" el trabajador. Las medidas de reorganización interna, además, se tomaron con extrema "celeridad", tal como destaca la sentencia, y durante meses Roldan "no va sedenvolupar ninguna tarea de acuerdo con su categoría profesional".
Fue el mismo día de la investidura como alcalde, el junio del 2007, que Graupera ordenó al trabajador abandonar su despacho en una "puesta en escena" que según explica el juez "detona un intento de humillar el trabajador" ante el resto de trabajadores del Ayuntamiento de Sant Andreu de Llavaneres.

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Las claves del caso
El día de la investidura como alcalde, el junio de 2007, Graupera ordenó al denunciante, el exdirector de Urbanismo Hugo Roldan, que abandonara su despacho
La sentencia dice que hubo "voluntad manifiesta de apartar Hugo Roldan de sus funciones, manteniéndolo inactivo y asignándole tareas estériles".
El juzgado penal número 1 de Mataró condena Graupera por un delito contra la integridad moral de un trabajador
El juez, pero, lo exime del delito de coacciones y amenazas que también denunciaba la acusación
Elñs testigos durante el juicio son "persistentes, verosímils, concisos y lógicos" con una secuencia de hechos que "corrobora" la versión del trabajador.
El exalcalde Bernat Graupera
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